Un testigo protegido dice que vio a dos hombres huir en el crimen del Cerro de Reyes
Los familiares de uno de los acusados, sin embargo, respaldaron su versión de que se quedó en casa tras recibir un tiro de la víctima
Por videoconferencia desde otra sala del juzgado, con la cara tapada y sin revelar datos personales. Así declaró este martes un testigo protegido en el juicio por la muerte de Eugenio González, alias el Negro, el 2 de abril de 2017 en el Cerro de Reyes. El declarante no vio el suceso, pero observó a dos hombres huir del lugar del crimen.
El 2 de abril de 2017 el cuerpo de Eugenio González apareció a las doce de mañana en la calle Federico García Lorca, en las traseras del colegio Cerro de Reyes. Había recibido dos disparos en el muslo y en el pulmón y varios golpes en la cabeza. La versión de la Fiscalía, por la que pide 15 años por homicidio para cada uno de los dos acusados (Marco Antonio M. S. y Luis Francisco R. T., excuñados), es que había una enemistad entre dos familias por la ocupación ilegal de una vivienda y que el día de los hechos Eugenio disparó contra la casa de ambos procesados, hirió a Luis Francisco en el hombro y a continuación huyó. Los hombres lo persiguieron y Marco Antonio le disparó dos veces con una pistola mientras que Luis Francisco le golpeó con un palo de madera.
Noticia Relacionada
«Intentó matarme dos veces, temía por mis hijos y le disparé»
El testimonio del testigo protegido respalda la versión de la Fiscalía y de uno de los acusados, Marco Antonio, mientras que choca con el testimonio de Luis Francisco, que aseguró que se quedó en casa tras resultar herido. El declarante dijo que no es del barrio, pero paró en la zona a tomar un café en el Bar Tope. Desde allí escuchó disparos y gritos y salió del local junto a otros clientes. «Vi al final de la calle, a unos 50 metros, a una persona tumbada en el asfalto y dos hombres corriendo en dirección contraria. Uno llevaba una pistola y otro un palo», dijo este hombre, que añadió que también es posible que hubiese una o dos mujeres con los que corrían.
Durante las dos sesiones del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial, varios implicados han explicado que hubo muchos testigos, pero que no quieren declarar por miedo a represalias. De ahí que se haya protegido la identidad del declarante. Eso sí, este hombre no fue capaz de identificar con seguridad a los acusados cuando la policía le enseñó imágenes. En la sala, el testigo tampoco aseguró que Luis Francisco fuese uno de ellos cuando pudo verlo a través de la videoconferencia.
«Lo mataron como un perro»
Los familiares del fallecido también declararon este martes y apoyaron la versión de la Fiscalía. Aunque no fueron testigos directos, indicaron que, nada más llegar al lugar del crimen, los vecinos les dijeron quién había sido. «Vi a mi suegro tirado en el suelo y nos dijeron que habían sido estos dos, que lo mataron por la espalda como a un perro, pero la gente no habla porque tienen hijos pequeños», aseguró Judith, nuera de la víctima.
La tía de Judith, Antonia, fue otra testigo destacada aunque ni siquiera es vecina del Cerro de Reyes, sino de Suerte de Saavedra. Contó que estaba en la terraza de su casa tras recibir una llamada en la que le contaron que habían matado a Eugenio. Dijo que paró un coche con tres hombres, los acusados eran el piloto y copiloto, y escuchó cómo alardeaban del crimen con gente del barrio. Se negó a identificar a los interlocutores. «Cuando se iban, uno les gritó que tuviesen cuidado y este (Marco Antonio) le dijo que tuviesen cuidado ellos, que iban cargados», aseguró la mujer.
Los familiares de Luis Francisco, sin embargo, negaron que estuviese implicado. Sus dos hermanas, Lidia y María del Pilar, defendieron que se quedó en casa. Sin embargo, dijeron que Marco Antonio (marido de la primera entonces, ahora separados) se marchó y no volvió a la casa. Estas vecinas también protestaron porque la policía no protegió su casa aunque aseguraron que habían denunciado amenazas de la otra familia varias veces, la última vez el día anterior a los hechos.
Los testimonios de miembros de ambas partes aclararon este martes los hechos previos que llevaron al crimen. Un mes antes hubo una pelea porque Marco Antonio trató de ocupar una casa en la calle Grecia. En el enfrentamiento resultaron heridas varias personas, entre ellas, el hijo de Marco Antonio, un menor, que sufrió un fuerte golpe en la cabeza. Según Lidia, su mujer entonces, Eugenio González comenzó a acosarles. «Llevaba a mis hijos al colegio y estaba en la esquina».
El día antes de su muerte, el Negro fue a casa de esta familia y disparó a la persiana con un arma casera (un bastón modificado). Marco Antonio le devolvió el tiro con una escopeta y le dio un perdigonazo en la cabeza, según el hijo de la víctima. Eugenio no denunció, pero sí Marco Antonio y la policía recogió casquillos en la zona. Al día siguiente, casi a la misma hora, se repitió la escena ante la misma casa y terminó con la muerte que se juzga.
El juicio se interrumpe este miércoles, pero continuará el jueves con los testimonios de los investigadores y los peritos forenses.