La Junta asume que la azolla «es un problema» y pide al Estado que actúe
El Gobierno regional admite que los sistemas de alerta fallaron, pero rechaza que la planta invasora haya dañado el hábitat de Monfragüe
a.a.
Mérida
Jueves, 18 de junio 2020, 12:58
La azolla filiculoides o helecho de agua, esa planta exótica invasora que en abril y mayo colonizó extensiones kilométricas del curso del Tajo por la provincia de Cáceres, merece más atención de la que se le ha prestado ahora. Es lo que piensa la Junta de Extremadura, que lo expresó ayer por medio de su director general de Sostenibilidad, quien abordó la cuestión para contestar a una pregunta de Unidas Podemos en la Asamblea, en concreto en la comisión de Transición Ecológica y Sostenibilidad.
«No quiero ser condescendiente. Está claro que tenemos un problema. Está claro que los sistemas de prevención no han funcionado bien», afirmó Jesús Moreno Pérez, quien explicó también que la Administración regional solicitó hace unas semanas al Estado «con carácter prioritario la elaboración de una estrategia de detección, control y posible erradicación de la especie». Esa petición, añadió, ya ha sido atendida. «En respuesta a nuestro requerimiento, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha puesto en marcha un grupo de trabajo para elaborar una estrategia», aseguró el director general, que entiende que este plan debe ser global, ya que «la azolla no afecta solo a Monfragüe, a Alcántara o al río Tajo, sino también a otras cuencas intercomunitarias e incluso internacionales».
Además de admitir los errores, Moreno dijo este jueves que esos sistemas que se han demostrado ineficaces «son los mismos que se han venido aplicando en los últimos diez o doce años, y nunca hubo el problema de esta primavera». No obstante, descartó que la plaga haya dañado el hábitat del parque nacional extremeño, donde la especie dejó el pasado abril una fotografía nunca vista, la del Tajo a su paso por el Salto del Gitano cubierto de orilla a orilla por una alfombra verde. La azolla también invadió en las mismas fechas amplias extensiones del río en el parque natural del Tajo Internacional y en el entorno de los embalses de Alcántara y Cedillo.
«En ningún caso se ha detectado afección a la fauna piscícola ni a las especies protegidas», afirmó el director general durante su respuesta a Irene de Miguel, quien calificó la explosión de azolla como «una catástrofe ecológica de primer orden, la mayor que ha sufrido nuestro parque nacional hasta la fecha». «Han hecho dejación de funciones, han despreciado la importancia de conservar Monfragüe, porque era más que claro que esto iba a suceder», criticó la líder regional de Unidas Podemos. «Su método de actuación frente a esta planta ha sido esperar a que desapareciera», abundó la diputada, que se preguntó «quién va a asumir las responsabilidades por esta catástrofe».
«Han hecho dejación de funciones ante la mayor catástrofe ecológica sufrida hasta ahora por Monfragüe»
IRENE DE MIGUEL
«Hay que ser humildes y aceptar que los protocolos deben mejorar, pero no ha sido una catástrofe»
JESÚS MORENO, DTOR. GRAL. DE SOSTENIBILIDAD
«Hay que ser humildes y admitir que los protocolos deben mejorar, pero no podemos decir que ha sido una catástrofe ambiental porque no lo ha sido», opuso Jesús Moreno, quien detalló que la especie llegó a progresar a un ritmo de 20 kilómetros en un día. «El camalote –abundó Moreno– aparece y se puede retirar, pero la azolla no. Cuando la ves, ya es imparable. Su capacidad de reproducción es brutal, por lo que hay que intentar anticiparse a su aparición».
El responsable de la Junta precisó también que se han tomado muestras de calidad en las aguas afectadas y que se está haciendo un inventario sobre la presencia de azolla en charcas del entorno del embalse de Alcántara. Además, anunció que la lucha contra esta especie invasora tendrá un apartado específico en el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional de Monfragüe, que será reformado próximamente.