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El Hospital Provincial de Badajoz renace
El actor Pepe Viyuela, el mercado gastronómico y el 'Repair Café' atraen a cientos de pacenses este sábado por la mañana
Pilar Jiménez y Juan Sánchez, de 23 y 29 años, estaban apostados en una de las paredes del Hospital Provincial de Badajoz este sábado por la mañana. Habían llegado al edificio atraídos por la actuación de Pepe Viyuela, que logró un lleno absoluto en el patio central del edificio. Pero el tirón del actor es tan fuerte que dos horas antes de que saliera al escenario, ya había sillas ocupadas. Así que, como Pilar y Juan, muchos pacenses se quedaron de pie para echarse unas risas.
«Es importante y necesario que Badajoz acoja citas de este tipo, dinamiza la ciudad y más con gente tan conocida. Y si encima se hace dentro de un edificio rehabilitado como este, mejor», decía Juan Sánchez poco después de las doce. «Si nos cuesta verlo desde aquí es porque hay mucha gente que con él y en el Hospital», añadía Pilar Jiménez.
Juntos recorrieron ayer toda la oferta del edificio, que la Diputación se ha propuesto convertir en un polo de atracción de pacenses y visitantes cada primer sábado de mes. Había dos exposiciones, la del concurso de fotografías turísticas de la institución provincial y otra llamada Carne(s) de la pintora alemana Annette Shock. Esta se puede ver hasta 6 de noviembre y llama la atención por la manera de plasmar animales y cuerpos de mujer.
Por algunos de los los pasillos del hospital, poco antes de la una, costaba andar. Mientras Pepe Viyuela arrancaba sonrisas, Manuela Mera desatascaba una cremallera en un uniforme escolar. Ella es una de las voluntarias que este sábado inauguraron el 'Café Repair', un movimiento internacional que lucha contra la cultura del 'usar y tirar' para apostar por un mundo más sostenible. Ella está acostumbrada a impartir clases de costura cada mañana en la tienda Alfa que se encuentra a las traseras del edificio, pero este sábado estaba dentro del edificio realizando pequeños arreglos gratis. O dando instrucciones sobre cómo hacer un toldo. Como Soledad Infantes, que tiene en San Roque la tienda Reelectro, y este sábado salvó a una batidora de terminar en la basura al arreglarle el cable o puso en marcha una radio que no emitía sonido hace tiempo.
La idea, según explica el organizador de esta jornada, Iván García, es que los primeros sábados de cada mes voluntarios de la ciudad acudan al hospital y traten de ayudar a quienes tienen en casa un objeto estropeado, pero que no quieren tirar. Este trabajador del área de Desarrollo Rural y Sostenibilidad promueve un movimiento que surgió en Holanda en 2010. Y como en Holanda todo el mundo se desplaza en dos ruedas, los propietarios de La Bicicleta tenían este sábado unas cuantas herramientas para poner a punto las bicis que les llegaran.
Todo esto es gratuito para el pacense, que puede recibir lecciones de cómo solucionar el problema que inutiliza su artículo, ayuda si la reparación se complica o directamente con una tarjeta en mano de estos voluntarios que de lunes a viernes tienen en estos arreglos su forma de vida. Por lo que estos ganan visibilidad.
Si alguien quiere sumarse para el sábado 5 de noviembre puede hacerlo enviando un correo a imgarcia@dip-badajoz.es. Ese mismo día, los talleres compartirán espacio con los productores locales en una nueva edición del mercadillo gastronómico.
Felisa Rodríguez es fija de esta otra cita, adonde acude siempre que está en Badajoz para llevarse los quesos de Marina, de Mérida. «Los descubrimos aquí y nos encantan en casa, así que nos gusta venir», explicaba mientras se decidía en una extensa variedad de quesos de cabra. «Me alegra que este edificio tenga vida, aunque yo creo que aún hay que darle más».
Este sábado estaba ocupada toda la planta baja rehabilitada, que es la mitad de la existente. Queda la otra mitad y todas las plantas superiores. La próxima obra consistirá en instalar salidas de humos para ofrecer más gastronomía y la rehabilitación de su icónica escalera. Aquella misma que probablemente subieron muchos pacenses hace décadas, cuando era el hospital de referencia de la ciudad.
En los mismo pasillos donde antes trabajaban los médicos, este sábado había sitio para los dulces El Cristo de Zalamea y una buena variedad de panes ecológicos del obrador El Colibrí, de Zafra. Roberto Moreno paró en este expositor a por galletas de espelta, chocolate, nueces y almendras. «Son más naturales», decía empujando un carrito infantil junto a un mostrador lleno de panes como el suizo de Granja, con pasas y nueces.
Pedro Iglesias, de Calzadilla de los Barros, llevó todos los productos derivados de las ocas que se crían a sus anchas en la finca El Pardo. Andan en libertad y se alimentan de bellotas. Quizás por eso el rillete que da a probar sabe tan especial. Por cinco euros te puede llevar cualquiera de las cremas de rillette. La hay, por ejemplo, con arándanos de la Vera. Pedro Iglesias señala que «en Extremadura hay poca cultura de comer oca», poco más del foie y en ocasiones especiales. Pero él produce en esta región magret, confit y consomé que vende con más facilidad en Madrid bajo el marca de Sánchez Iglesias. A pesar de ello, cada primer sábado de mes acerca sus productos a Badajoz en el Hospital.
Como hace Glasai, con sus mermeladas tradicionales, las bodegas Orán de Almendralejo con sus vinos o la almazara de Molero Maza, que trae sus aceites desde Lobón.
Entre uno y otro expositor, a las dos de la tarde, empieza a oler a garbanzos. Son de Valencia del Ventoso y los han guisado en la plaza de San Atón. Los han preparado José Durán y Vicente Mateos, que han llegado a Badajoz desde Los Santos de Maimona con Manolo Gil. Su restaurante, Las Barandas, logró el año pasado el premio a mejor restaurante de cocina tradicional de Badajoz por votación popular dentro del certamen gastronómico En Salsa.
Guisaron 400 raciones de garbanzos que se degustaron dentro del hospital, donde los talleres ya habían desaparecido mientras Pepe Viyuela seguía firmando autógrafos y haciéndose fotos. Cada plato costaba tres euros, un dinero destinado al colegio Nuestra Señora de la Luz, cuyos alumnos fueron camareros por un día.
Miguel Antón, empleado de la Diputación, coordinaba este sábado todas las actividades dentro del Hospital. El centro acoge citas otros días de la semana, como la Noche Europea de los Investigadores de la UEx, que congregó a 3.100 personas en su primera edición fuera del campus este viernes por la tarde.
Antón explica que la Diputación tiene muchos planes para seguir dándole contenido al edificio. Por ejemplo, convertirlo en base de rutas ornitológicas para enseñar a quien quiera la riqueza de Badajoz con una sesión inicial y recorrer después el río o la Alcazaba. O como punto de quedada para rutas culturales en bici los fines de semana. El objetivo de la institución, señala, es que acuda cuanta más gente mejor con actividades muy distintas, como el ciclo de circo que trajo a Pepe Viyuela, gratis para los asistentes, a Badajoz.
La reapertura del Hospital cumplirá un año en diciembre y ya ha conseguido convertirse en un punto atractivo cada primer sábado de mes.