Los funcionarios de Justicia completan el traslado a la Ronda Norte de Badajoz

La primera jornada de trabajo en las nuevas instalaciones no estuvo exenta de los lógicos inconvenientes de un traslado que afecta a más de 300 trabajadores. De hecho, los arcos de seguridad y los escáneres que utiliza la Guardia Civil en los accesos para evitar la entrada de objetos peligrosos todavía no funcionan.

El inconveniente es menor porque en esta primera semana son pocos los ciudadanos que deben acceder al edificio y resulta más fácil el control. Pero a partir de la próxima semana comienzan las vistas en los juzgados de lo social, por lo que el volumen de visitantes aumentará y será necesario contar con esa herramienta para dar seguridad al control de acceso.

Los funcionarios también comprobaron que en la escalera de acceso a las plantas superiores hay ventanas sin cristales, por lo que este jueves había charcos de agua en los descansillos de las escaleras.

Esos dos inconvenientes fueron los que más llamaron la atención de los trabajadores, que en líneas generales se mostraron satisfechos con las nuevas instalaciones. «El edificio está bien, hay cositas que faltan pero vemos que las están trayendo», afirmó Raquel Castro, representante de la sección de Justicia de CC OO.

Este jueves los aparcamientos creados junto al juzgado, que están rodeados por una valla, permanecían abiertos por lo que podían estacionar en el interior tanto los funcionarios como los visitantes. Raquel Castro añadió que sería conveniente crear dentro un estacionamiento para bicicletas y también apuntó la necesidad de que se coloque algún cargador para vehículos eléctricos. «Hay cosas que faltan, hoy mismo están llegando muebles, papeleras... Pero es lógico en un traslado de este tipo y creemos que las cosas se irán solucionando en los próximos días».

Para los funcionarios el cambio de edificio supone una novedad, pero más aún lo será el nuevo sistema de trabajo que conlleva la creación de la Oficina Judicial, situada en la primera planta. Allí hay dos grandes salas en las que trabajan decenas de funcionarios que antes se repartían en oficinas donde había entre seis y ocho compañeros. «Tengo la misma sensación que el primer día de colegio, estoy rodeada de personas que no conozco, todo es nuevo para mí», confesaba una trabajadora. En otros casos, la adaptación será más sencilla puesto que hay funcionarios que cuentan con despachos individuales.

Todos coincidieron en que la parte fundamental del trabajo la podían realizar porque los equipos informáticos y los ordenadores funcionaban con normalidad y las cajas que habían preparado con sus objetos personales habían sido llevadas por la empresa de mudanzas a sus mesas de trabajo.

Con este traslado, los servicios que hasta ahora se prestaban en la avenida de Colón, entre ellos el registro, se ofrecen ahora en la Ronda Norte.