La Confederación Hidrográfica del Guadiana denuncia que la gente se baña en La Pesquera

«La Confederación denuncia a los bañistas irresponsables en el azud de la Pesquera, Badajoz», ha indicado esta institución. El baño está prohibido en todo el tramo del Guadiana en la capital pacense. Sin embargo, cada primavera y verano se ven personas que se meten en el agua, especialmente en Las Crispitas y La Pesquera.

Las imágenes publicada por la Confederación Hidrográfica corresponden al muro del azud de La Pesquera. En una de ellas se aprecia a varios bañistas sentados al borde de la estructura de hormigón y en otra a uno de ellos cruzando la caída de agua. Eso supone un grave riesgo de caída por el mismo desnivel por el que cayeron y murieron los tres trabajadores de la CHG que vigilaban las especies invasoras en una barca.

El suceso de los tres trabajadores de una subcontrata de la CHG tuvo lugar en enero de 2019 cuando su barca volcó cuando navegaban por el azud de La Pesquera. Fueron encontrados río abajo en los alrededores de El Pico y el puente de Palmas.

Dos años antes, en junio de 2017, un hombre de unos 65 años de edad falleció en la capital pacense ahogado en la zona de las Crispitas del río Guadiana, junto a una antigua gravera, zona donde no es raro ver a gente dándose un baño en época estival.

2013 también fue un año negro en el Guadiana. El 14 de abril de ese año pasado un militar pacense de 44 años murió al tratar de rescatar a dos de sus compañeros del Club de Piragüismo que habían sufrido un accidente en el azud de La Granadilla. Días después una de las personas que intentó socorrer, una mujer de 45 años, también falleció. Ese mismo mes un joven de solo 17 años se zambulló en La Pesquera y se ahogó. Estas tres muertes abrieron un debate sobre la seguridad en el Guadiana a su paso por Badajoz. Se planteó la posibilidad de colocar boyas de seguridad, pero no se concretó.

Según señalan los pescadores que conocen muy bien el entorno del Guadiana en Badajoz, el mayor peligro es la corriente de este río que, aunque aparentemente es tranquila, en realidad es muy fuerte, especialmente en las épocas de crecida. Otra característica peligrosa del cauce son las fosas de gran profundidad, muchas de ellas producidas por la recogida de áridos. La gente entra en el agua porque cree que no les va a cubrir, pero se hunden o la corriente los arrastra. De ahí la advertencia de la CHG que pide que no se bañen.