«El conductor debe saber que el radar puede estar cualquier día en cualquier carretera»

El capital del Subsector de Tráfico de Badajoz, Francisco Javier Utrabo, ha defendido estos días la utilidad del Veloláser para concienciar a los conductores pacenses sobre la necesidad de respetar los límites de velocidad establecidos. «Las distracciones y la velocidad son las causas de fallecimiento más habituales en los accidentes de tráfico. Una salida de vía puede deberse a una distracción, pero casi siempre va asociada a un exceso de velocidad», advierte. El capital ha recordado que el número de víctimas mortales causadas por accidente de tráfico el año pasado ascendió a 23 en la provincia, lo que supuso una reducción de dos muertes con respecto al año anterior. «Muchos de esos accidentes se producen en carreteras convencionales con un solo carril de circulación en cada sentido. Es fácil entender que si dos vehículos chocan a 90 kilómetros por hora los efectos serán menores que si van a 120».

Desde el Subsector de Tráfico se indica que el objetivo de los nuevos radares no es aumentar el número de denuncias sino concienciar a los conductores de que pueden ser sancionados por exceso de velocidad en cualquier punto de la provincia. «Ahora podemos colocarnos en curvas peligrosas en las que antes no podíamos medir la velocidad».

Los agentes también tratan de aumentar la concienciación de los conductores notificando las denuncias en el mismo momento en el que se produce la infracción. Por este motivo, sitúan sus vehículos en una zona próxima al radar que sea segura. «La denuncia tiene que educar, debe servir para modificar una conducta, por eso se le notifica en el momento».

En otras ocasiones, colocan el radar a la vista, sobre el trípode, con la intención de que los conductores lo vean y aumente su efecto disuasorio. «El conductor debe llegar a la conclusión de que el control puede estar en cualquier lugar cualquier día del año. Si conseguimos reducir la velocidad de circulación, reduciremos también los daños en caso de accidente», concluye Francisco Javier Utrabo.