Las cámaras comenzarán a instalarse el lunes en nueve puntos del Casco Antiguo de Badajoz
La obra tardará unas tres semanas, por lo que la vigilancia entrará en funcionamiento a finales de enero
A finales de mes comprar y vender droga en el Casco Antiguo de Badajoz será más complicado. Nueve cámaras de vigilancia controlarán las calles más ... conflictivas del centro de la ciudad. Con su instalación se cumple con una reivindicación histórica de los vecinos y los comerciantes de la zona monumental que esperan que esta medida reduzca la inseguridad.
La concejala responsable de Policía Local, María José Solana, detalla que los dispositivos ya están disponibles, pero que decidieron retrasar su instalación hasta después de las fiestas para no llevar a cabo cortes de tráfico en el centro durante las Navidades. «Pero el día 7 comenzarán a trabajar y estarán colocadas en tres semanas», detalla la edil.
Solana explica que primero se colocarán las señales que advierten la presencia de cámaras de seguridad y posteriormente el cableado y los dispositivos. Serán nueve que grabarán imágenes a color y en tiempo real. Se almacenarán durante 30 días. Su suministro y colocación han costado 306.000 euros.
Para proteger la intimidad de los vecinos, estas imágenes solo podrán ser vistas por la Policía Local y solo podrán hacer uso de ellas con autorización judicial. Por ejemplo, la Policía Nacional, que lleva investigaciones de tráfico de drogas, podría solicitar imágenes concretas de estas cámaras para apoyar una investigación, pero siempre con permiso de un juez.
Además de las nueve cámaras de seguridad, se colocarán otros tres dispositivos solo centrados en el control del tráfico de coches.
En cuanto a las cámaras de seguridad, controlarán algunas de las calles más conflictivas del centro, donde se concentra el menudeo de drogas. Estarán instaladas en cruces para poder controlar varias vías desde el mismo punto de vigilancia.
En concreto se colocarán en ocho calles. Dos de ellas estarán en San Juan, en distintos tramos. Así mismo habrá otras en Eugenio Hermoso, Arenal, San Lorenzo, Amparo, José López Prudencio y Bravo Murillo. No serán las únicas vías controladas, porque al estar en esquinas, por ejemplo la videovigilancia también alcanzará otras calles como El Brocense, Costanilla o Sepúlveda.
La novena cámara estará colocada en la Alcazaba, en el Museo Arqueológico Provincial. Este dispositivo también pretende acabar con los delitos, pero de otro tipo. En concreto el objetivo es cortar los ataques vandálicos que se producen en ocasiones en este monumento, como las pintadas. También podría ser disuasorio para los que celebran botellón en el recinto. Sin embargo, a este respecto, el Ayuntamiento mantiene su intención de cerrar la Alcazaba por las noches en el futuro.
En otras ciudades como Pamplona o Málaga ya se instalaron cámaras de vigilancia en zonas conflictivas y tuvieron buenos resultados. La diferencia con las cámaras de tráfico es la calidad de los dispositivos, ya que se puede distinguir mejor a las personas, incluso con poca luz. También son capaces de seguir a una persona identificando su rostro. Además tienen que tener un permiso específico para ser utilizadas.
En Málaga realizaron un estudio cuando colocaron las cámaras y el resultado fue que los delitos bajaron casi un 20% un año después de su colocación. Otros proyectos similares, sin embargo, no han tenido tanto éxito porque la videovigilancia provocó que se trasladasen los delitos a otra zona.
Las primeras de la ciudad pensadas para la seguridad
Serán las primeras cámaras de Badajoz instaladas por motivos de seguridad. Hasta el momento todas las que hay son de tráfico, pero este sistema pretende cortar la delincuencia que se da en el centro, especialmente el tráfico de drogas.
Debido a esta particularidad, su puesta en marcha ha sido complicada. El Ayuntamiento pacense ha necesitado la autorización de la Comisión de Garantías de Videovigilancia de Extremadura, un organismo dependiente del Tribunal Superior de Justicia de la región, que vela por el equilibrio entre seguridad y la preservación del derecho a la intimidad. Finalmente el permiso se logró el diciembre de 2019. Para ello el Consistorio contó con el apoyo de empresarios y vecinos de la zona centro que incluso firmaron en el juzgado para confirmar la inseguridad que hay en la zona.
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