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Badajoz vuelve a alistarse en la base de Bótoa cinco años después
La base Menacho ha recuperado el Desafío San Fernando con exhibiciones y pruebas deportivas
Niños haciéndose fotos subidos en tanques, familias animando a un equipo que empuja un blindado de 5.000 kilos o amigos compartiendo un plato de ... jamón en la cantina, bajo una lona de camuflaje. Badajoz ha vuelto a integrarse en la base de Bótoa cinco años después.
En 2013 en la base General Menacho la brigada Extremadura XI organizó por primera vez en Desafío San Fernando. La pandemia provocó que se interrumpiese una jornada de deporte y convivencia con los vecinos que era muy popular. Este domingo se ha recuperado con más de 600 inscritos en las distintas carreras y un ambiente muy familiar.
El general de Brigada Pablo Gómez Lara ha destacado que en estos años Bótoa ha seguido teniendo abiertas las puertas pero ha reconocido que es una satisfacción recuperar el Desafío San Fernando, y además en un año «intenso de preparación» porque la base se entrena para asumir compromisos operativos en 2026.
«Es un esfuerzo que redunda en la sociedad pacense que es donde vivimos, donde esta nuestra familia. Es la brigada Extremadura y es un goce poner en valor que es así», ha añadido el general Gómez Lara.
Las pruebas deportivas han arrancado a las nueve de la mañana con las carreras de 10 y 21 kilómetros en las que han participado muchos militares, incluido el general de Brigada, y también civiles. Lo más exigente ha arrancado después , sin embargo, con la RACE, una prueba que combina carrera y pruebas de fuerza.
En esta modalidad, también llamada HERO, ha habido 104 inscritos de 21 equipos de toda distintos gimnasios y brigadas militares, tanto de Badajoz como de otras zonas de Extremadura e incluso llegados de Madrid. Ha sido un espectáculo. Los equipos, mixto, han corrido carretas de 700 metros intercaladas con pruebas muy exigentes como levantar pesas, hacer dominadas o empujar un blindado, una de las más llamativas.
En la prueba de las pesas, por ejemplo, los cuatro componentes de un equipo debían lograr 40 elevaciones haciendo cinco mínimo cada uno. Los hombres debían levantar 40 kilos y las mujeres 20. Empujar el blindado de 5.000 kilos, sin embargo, ha sido el momento más crítico y en el que el público de Bótoa se ha volcado para apoyar a los participantes.
La parte deportiva ha terminado a última hora de la mañana con las pruebas infantiles. En un circuito de tierra niños de 4 a 16 años han tenido que superar obstáculos militares como un foso con agua o zonas en las que se han tenido que arrastrar por el suelo, todo al estilo militar. «Va a salir echo una sopa pero está disfrutando mucho», decía Cristina Santos de su hijo cuyo padre trabaja en la base y estaba ilusionado con esta prueba.
Además de las carreras se ha celebrado una jornada de puertas abiertas por lo que muchos pacenses, especialmente familiares de militares, han acudido a ver las pruebas y disfrutar de las actividades paralelas. A primera hora, por ejemplo, ha habido un globo aerostático cautivo para ver la base desde arriba. Han tenido que retirarlo más tarde debido al viento.
Los niños también han podido ver una exhibición de equipos militares, incluidos tanques en los que no han dejado de subir los pequeños.
Además tres asociaciones han realizado exhibiciones y talleres, los esgrimistas de Badajoz, la entidad de armas medievales de Cáceres y los recreadores pacenses. Como ha destacado el brigada Barrena Ruiz, de los zapadores, organizadores de esta edición, ha sido como un viaje en el tiempo por la historia militar. Así, los niños han podido ver peleas de espadas, probar los floretes de esgrima o saber más sobre los mosquetones que usan.
Todos los fondos recaudados en este desafía San Fernando irán destinados a los proyectos de Cruz Roja que también ha estado presente en la base con distintos juegos para los niños.
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