50.000 voltios a 7 metros, las táser que tendrá la Policía Local de Badajoz

Estas armas de electrochoque se comprarán en breve. El Ayuntamiento reservó 27.777 euros para este fin del préstamo que firmó en diciembre y la licitación de la adquisición saldrá en los próximos días. La concejal de Policía Local, María José Solana, espera que los equipos lleguen pronto a Badajoz, luego los agentes realizarán una formación que está incluida en el contrato de compra, y podrían estar en las calles en dos meses.

María José Solana asegura que el principal objetivo de esta adquisición es salvar vidas, ya que «el uso de un arma de fuego es el último recurso de la policía». Solana pone un ejemplo que ocurrió recientemente en otra ciudad. Un joven con problemas mentales portaba un cuchillo y no dejaba que la policía se le acercase. El enfermo comenzó a acuchillarse y falleció porque los agentes no podían arriesgarse a acercarse y resultar heridos. En una intervención de este tipo, la táser permitiría reducir al afectado a distancia. «El principal beneficio es para el individuo», asegura.

La edil responsable de seguridad ciudadana explica que estos dispositivos están pensados para situaciones muy concretas donde existe un peligro para el individuo y los policías. Es consciente de que las armas de electrochoque crean rechazo en la sociedad, pero asegura que su principal objetivo será la seguridad en la ciudad.

«A veces los policías se encuentran con personas con problemas mentales con un ataque, bajo los efectos del alcohol o de las drogas y agresivas, con mucha fuerza. Son un peligro para ellos, porque pueden autolesionarse, y para los ciudadanos o los agentes», explica Solana. La concejala matiza que en Badajoz no es habitual este tipo de situaciones «pero tampoco son extrañas».

El modelo que se usará en Badajoz es el único que está homologado para las policías municipales, según indica Solana. La Policía Nacional también ha anunciado que comenzará a usar estas armas. Se trata del X2. Tiene forma de pistola e incluye dos cartuchos. Cuando un policía apunta al sujeto hay dos luces láser que marcan sobre el torso del individuo dónde impactarán las sondas.

Las sondas son ganchos con pinchos que se clavan en el cuerpo unidas a los cables por dónde va la descarga eléctrica. Este arma genera 1,2 miliamperios y 50.000 voltios. La corriente eléctrica que hay en las casas, y con la que funcionan los electrodomésticos es de 220 voltios. Es decir, el sujeto recibirá 227 veces la potencia de un calambre normal.

A pesar de que las cifras impresionan, el fabricante asegura que los pulsos que genera la táser «están muy lejos de provocar la muerte». Se basa en un informe del Ministerio de Trabajo que dice que los amperios son los que producen heridas y es necesario 1.000 mil amperios durante 0,01 segundos. Este arma produce 2,1 miliamperios durante 10 microsegundos.

El efecto que provoca la táser X2 es una incapacitación neuromuscular. Las defensas eléctricas (porras) que muchos tienen en la cabeza solo afectan al sistema nervioso sensorial, es decir, solo producen dolor. Estas armas, sin embargo, interfieren la respuesta motora, es decir, paralizan al individuo.

Las sondas (dardos) se clavan en el cuerpo y la electricidad se transmite por los hilos que van hasta la pistola. Envían impulsos eléctricos de alto voltaje, pero bajo amperaje. Estos interfieren con el sistema nervioso humano y toman el control. Eso impide que el objetivo mueva los brazos, las piernas o las manos.

La marca Taser realizó un estudio en 2016. Estimó que 5,4 millones de personas habían recibido descargas de este tipo, 3.3 millones en intervenciones y el resto en pruebas. Con esta estadística sacó conclusiones sobre los efectos. Lo más habitual es que el cuerpo sufra una contracción muscular, el sujeto además «produce chillidos y alaridos», queda paralizado, aturdido y con sensación de hormigueo. A veces, además, provoca sensación de vértigo y en raras ocasiones amnesia. Si el sujeto tiene el torso desnudo, los dardos le provocarán heridas.

El manual del X2 indica que las situaciones óptimas de utilización es cuando el sujeto porte armas blancas u objetos contundentes, esté en estado de agitación o con una fortaleza excepcional. También si se le conocen habilidades combativas. Se puede aplicar incluso a portadores de enfermedades infectocontagiosas que ofrezcan resistencia a la detención.

También hay situaciones prohibidas. Por ejemplo, no es recomendable disparar a personas muy delgadas u obesas, tampoco a las que estén sumergidas en el agua. Así mismo no se debe utilizar en gasolineras, en zonas con acumulación de gas o polvo en suspensión.

La formación recomienda a los agentes disparar los dardos a la espalda. Si el sujeto está de frente, se recomienda evitar el tórax, es decir, la parte superior del tronco, ya que es la región del corazón.

La normativa obliga a utilizar las táser con cámaras personales. Es decir, los agentes tendrán que llevarlas cuando usen estas armas y quedará grabada la intervención.

Posteriormente, además, se debe realizar un informe detallado y se analiza que todo se haya aplicado correctamente. El protocolo que deben cumplir los agentes, además, establece que el sujeto debe ser trasladado al médico para una revisión tras recibir la descarga.