La producción mundial de tomate también caerá, según las previsiones
No solo habrá menos tomate en Extremadura. Caerá la producción en el conjunto del mundo. Según el portal web Tomato News, de referencia para la industria de procesamiento del tomate, el clima ha condicionado «de forma decisiva» la campaña 2025, con «fenómenos extremos en Europa y repercusiones globales».
Entre ellas cita olas de calor extremas. Junio y julio fueron meses excepcionalmente cálidos, hasta 48 grados en Portugal. La media de junio superó en 2,81 grados la media de temperatura promedio en el periodo 1991-2020.
En España, tras las abundantes lluvias de la primavera que retrasaron la siembra, la ola de calor fue especialmente palpable en la primera quincena de agosto, lo que ha provocado estrés térmico en la planta, que impactó en el cuajado, el contenido de azúcar y la calidad final del fruto, con riesgo de quemaduras solares. Deberemos esperar a final de campaña para saber su impacto real, pero se estima que en España y en Portugal la previsión de caída de producción de tomate será de al menos un 11,5% respecto al año pasado.
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En el conjunto de España, al igual que ocurre en Extremadura, otros de los motivos seguros para hablar de reducción de kilos es que se sembraron menos hectáreas de producto.
En el norte de Italia (Emilia-Romagna), otro país de referencia productora, hubo condiciones meteorológicas favorables, pero la región sureña de Puglia quedó afectada por sequía. En conjunto, es posible que la producción en el país italiano crezca levemente sobre la campaña anterior.
En California, las previsiones indican que en una de las grandes zonas productoras de tomate del mundo habrá un 10% menos de hortaliza en esta campaña.
Esta disminución en Estados Unidos se debe a la reducción de las superficies cultivadas, como consecuencia de «existencias abundantes y costes de producción aún elevados».
Mientras, en China, donde los bajos precios de 2024 desincentivaron a los agricultores de plantar nuevas superficies, se prevé una producción de 5,1 millones de toneladas, con una caída del 43% respecto a la campaña anterior.
La campaña 2025 del tomate se caracteriza por condiciones climáticas extremas que han reducido rendimientos en los países del Mediterráneo y en California, apunta a este diario el experto extremeño José Luis Llerena.
Señala que a su juicio esta campaña de tomate confirma que la resiliencia del sector depende de reforzar la adaptación varietal, el uso eficiente del agua y la planificación de calendarios de cultivo frente a escenarios de alta volatilidad climática.
Los mercados internacionales son dinámicos, con exportaciones globales en ligero crecimiento y una fuerte concentración en pocos países.
«Se confirma la necesidad de reforzar la anticipación, la planificación agronómica y la competitividad comercial en un contexto global marcado por volatilidad climática y concentración de mercados», concluye Llerena como reflexión.