Se quitará el nombre de la calle Antonio Cuéllar Gragera y se conservará la de Ángel Pasalodos

El Ayuntamiento de Alburquerque quitará el nombre de la calle céntrica denominada Antonio Cuéllar Gragera a instancias de la Diputación y mantendrá la de Ángel Pasalodos Pavón, que el citado organismo recomendaba eliminar, pero lo dejaba a criterio de l Ayuntamiento.

Según explicó el alcalde, Ángel Vadillo, «hay que prescindir de Antonio Cuéllar, cuya familia procedía de Alburquerque, porque, de lo contrario, según establece la Diputación, se perderían las subvenciones, pero se queda la de Ángel Pasalodos porque -argumentó Vadillo- dar el nombre de este alcalde a una calle se aprobó por una corporación democrática, en concreto una de mayoría socialista».

Por lo que respecta a la biblioteca Manuel de la Rosa, director y maestro del colegio público Francisco Franco, aunque no consta en la relación de vestigios franquistas elaborada por la Diputación de Badajoz, el colectivo local Memoria de Futuro remitió un escrito al Ayuntamiento pidiendo su eliminación porque, según esta asociación, fue «juez especial en la causa de la depuración de funcionarios municipales por ser considerados marxistas».

Vadillo dijo que se remitiría esta propuesta a la Diputación para que decida si se elimina el nombre de la biblioteca, que fue aprobado por una corporación de mayoría comunista en 1981.