El futuro de los vehículos diésel: Análisis de Repsol y perspectivas de la UE
Desde Repsol aclaran qué es lo que va a ocurrir con los coches gasolina y diésel en los próximos meses
Redacción Hoy
Martes, 20 de febrero 2024, 19:03
En un mundo cada vez más consciente de los retos ambientales, el sector del transporte se encuentra en un proceso de transformación sin marcha atrás. Por eso, el gigante Repsol ha querido elaborar un análisis, que ha publicado en su página web, sobre la futura prohibición de los vehículos diésel a nivel europeo, desencadenando una serie de reflexiones sobre el rumbo que tomará la industria en los próximos años.
Uno de los puntos destacados en este análisis es la promesa del Gobierno de España de prohibir los automóviles con motor de combustión para el año 2040. Esta medida ha provocado que cada vez sean más los conductores que ponen su foco en los coches híbridos o eléctricos como alternativas más sostenibles. Sin embargo, Repsol ha querido aclarar qué sucederá con los vehículos de gasolina y diésel.
A nivel legislativo, el Parlamento Europeo aprobó a finales del año pasado la prohibición de fabricar coches con motores contaminantes, principalmente aquellos que funcionan con gasolina o diésel. El objetivo es descarbonizar las carreteras para el año 2050, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible asumidos por las instituciones comunitarias.
Según Repsol, la principal restricción no se limita únicamente a la producción, sino también a las ventas por parte de concesionarios. Esta medida busca dar más espacio en el mercado a los vehículos eléctricos, los híbridos enchufables y aquellos con tecnología de pila de hidrógeno. Sin embargo, se reconoce que estos últimos aún están poco desarrollados e implementados en las vías actuales.
En cuanto a lo que se espera para el año 2025, se anticipa que habrá nuevos máximos de consumo para los automóviles de diésel y gasolina a partir del 1 de enero. Estos límites serán fijados de manera ambiciosa, lo que podría llevar a muchos fabricantes a dejar de producir este tipo de vehículos. Aunque las cifras definitivas se conocerán en dos años, se estima un consumo máximo de 2,6 litros por cada 100 km para los vehículos de gasolina y de 2,1 litros por cada 100 km para los diésel.
Además, a partir de esta fecha se iniciarán campañas para estimular la compra de vehículos eléctricos, los cuales actualmente se perciben como una inversión a medio y largo plazo, pero que se espera que se conviertan en una opción más viable a corto plazo conforme se acerque el año 2035.
Mirando hacia el horizonte del 2035, se espera un cambio decisivo en la situación para equilibrar la balanza hacia modelos de transporte menos contaminantes. Se prevé que el Parlamento Europeo emita una prohibición que impida a los fabricantes producir nuevos vehículos con motor de combustión, y a los concesionarios venderlos.
En cuanto a los propietarios actuales de vehículos diésel, no estarán obligados a venderlos, pero podrían enfrentarse algunas consecuencias. Por ejemplo, las primas del seguro podrían aumentar para incentivar la transición hacia modelos eléctricos... Además, el precio de la gasolina podría aumentar a medida que disminuya la demanda, al igual que sucederá con el gasoil.
En resumen, el futuro de los vehículos diésel se ve cada vez más limitado en el marco de las iniciativas de descarbonización impulsadas por la Unión Europea y los gobiernos nacionales. La transición hacia formas más sostenibles de movilidad es inevitable.
