Estos son los pescados con más mercurio y sus riesgos según la OCU
La clave para un consumo ideal de pescado es la variedad.
Irene Toribio
Domingo, 9 de marzo 2025, 18:20
La alta presencia de mercurio en algunos pescados puede ser muy tóxica, por eso, aunque el consumo de pescado es fundamental y beneficioso para la salud, se han tener en cuenta estos niveles para un consumo moderado de ciertos pescados. Así lo advierten la Aesan y la OCU. «Una dieta que contenga pescados y mariscos contribuirá a mantener nuestra salud cardiovascular», explican desde la Organización de Consumidores y Usuarios, «es básico para el desarrollo embrionario y el buen crecimiento de los niños, ya que el pescado aporta proteínas de alto valor biológico, vitaminas A, D y B12, yodo y selenio», continúan. Sin embargo, aunque «es indiscutible que el pescado es indispensable en la dieta», la clave está «en la variedad».
La Organización de Consumidores y Usuarios ha realizado un estudio, midiendo la cantidad de mercurio presente en los pescados y mariscos más consumidos. Para ello analizaron más de 100 productos en su mayoría frescos, pero también productos congelados y en lata. De los resultados, concluyen que:
- La mayoría de los productos analizados presentan niveles bajos de mercurio: entre ellos, destacan los moluscos bivalvos como mejillones y almejas, los cefalópodos como pulpos y calamares, los crustáceos como langostinos y especies de pescado como salmón y lenguado.
- La concentración es alta en el atún rojo, el pez espada y los tiburones tintorera y marrajo, todos ellos peces predadores, de gran tamaño y longevos.
- El nivel medio de mercurio es menor en los productos de acuicultura que en los de pesca.
Los resultados del estudio de OCU están alineados con la clasificación de AESAN sobre contenido de mercurio. Queda, entonces, patente, que los pescados grandes y predadores, como el pez espada y el atún rojo, acumulan más mercurio que los más pequeños.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, en sus recomendaciones, establece diferencias según el grupo de población, siendo más restrictiva con el consumo por parte de colectivos más vulnerables, como mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y niños pequeños.
