Condenado a 15 años de prisión por vejar, agredir y violar a su mujer embarazada
El condenado tendrá que indemnizar con 20.000 euros por las secuelas a la víctima
Miércoles, 3 de octubre 2018, 16:55
La Audiencia Provincial de Oviedo ha condenado a un hombre a 15 años de cárcel por amenazar, vejar, agredir y violar a su mujer, especialmente a partir del momento en que ella se quedó embarazada, y a la que tendrá que indemnizar con 20.000 euros por las secuelas.
El hombre, D.M.S., al que también se le impone la prohibición de acercarse a la mujer a menos de 500 metros, ha sido condenado por delitos continuados de agresión sexual, con la agravante de parentesco, maltrato de género habitual, violencia de género y vejaciones injustas.
El fallo relata que D.M.S. y la víctima mantuvieron en Gijón una relación de pareja que, tras un primer periodo de normalidad, empezó a transformarse en episodios violentos debido al carácter «agresivo, controlador y celoso» del hombre, que empezó a agravarse cuando su esposa se quedó embarazada.
A partir de ese momento, el acusado estableció un clima de violencia en sus relaciones, insultándola o acusándola de no cuidar bien a sus hijos.
De las agresiones verbales el acusado pasó a las físicas, cogiendo a su mujer por el cuello, los brazos, el pelo y arrastrándola por el suelo y con zarandeos.
El tribunal sostiene que el acusado ejercía un gran control sobre la esposa, a la que encerraba en casa junto a sus hijos y una sobrina, y a la que le quitaba el teléfono móvil.
Además, la acompañaba y recogía diariamente en su trabajo y la acusaba de mantener relaciones con otros hombres, fiscalizando incluso su aspecto físico, diciendo cómo tenía que llevar el pelo, cuál debía ser su forma de vestir y de arreglarse.
El acusado la obligaba además a mantener relaciones sexuales, casi diarias, y la ordenaba permanecer desnuda sobre la cama hasta que él le indicara que se vistiera.
Cuando la mujer se quedó embarazada, el acusado siguió intentando «menoscabar su tranquilidad y sosiego» hasta el extremo de provocar un accidente de tráfico accionando el freno de mano, que llevó a que el coche girase sobre sí mismo y golpeara contra el quitamiedos de la autovía por la que circulaban.