Trasladan una escultura de la A-66 a una plaza de Aldeanueva del Camino por el viento
La obra de Ángel Duarte sufría daños por el fuerte aire que sufría junto a la autovía
EUROPA PRESS
Viernes, 2 de agosto 2019, 14:28
La escultura de Ángel Duarte ubicada en la autovía A-66 a la altura de la localidad cacereña de Aldeanueva del Camino ha sido trasladada a una plaza de la localidad para evitar el deterioro que le provocan los fuertes vientos a los que estaba sometida en su anterior emplazamiento.
La escultura titulada 'E 26 A. I. (Extremadura)' se asentaba en la salida de la autovía sobre una gran peana de hormigón y granito negro diseñada por el mismo escultor, pero los fuertes vientos de la zona le ha provocado daños, hasta el punto que la obra ha sido ya restaurada en dos ocasiones.
Tras la última se estudió un nuevo espacio dentro del casco urbano, al resguardo de los vientos, de tal forma que su nueva ubicación protege esta obra del escultor nacido en la localidad por un encargo de la Junta tras la concesión de la medalla de la Comunidad Autónoma.
La escultura, inaugurada en 2005, se concibió como un elemento mobiliar destinado a un espacio público poco convencional en la región, el punto kilométrico 437,8 de la A-66, en la entrada a Aldeanueva del Camino, dirección Cáceres.
Fue el propio Ángel Duarte quién propuso originalmente esta ubicación con el fin de dar la bienvenida a todos los visitantes que entraban en Extremadura por la Vía de la Plata.
Cabe destacar que la obra mide 480 centímetros de altura, 720 de largo y 330 de ancho, y está compuesta por dos grandes paraboloides hiperbólicos.
Fundador del Equipo 57
Ángel Duarte, miembro fundador, entre otros grupos, del Equipo 57, nació en 1930 en Aldeanueva del Camino y desarrolló su obra artística dentro de la más relevante tradición conceptual sobre las formas geométricas.
Duarte inicia su formación, en los años 40, en la Escuela de Artes y Oficios de la calle de la Palma de Madrid, donde cursó sus estudios preliminares a lo largo de tres años, abandonado esas enseñanzas hacia 1948, por considerarlas excesivamente reglamentadas.
En 1954 deja España y se instala en París, donde inició un giro sustancial, desde el punto de vista estético, en sus obras, cuyas preferencias se inclinaron hacia la abstracción.
Posteriormente, en 1957, junto a Jorge Oteiza, José Duarte, Juan Serrano y Agustín Ibarrola, influenciados por el racionalismo lineal, crean el Equipo 57 mediante su 'Manifiesto', que reclamaba la necesidad de que la obra artística quebrase el concepto clásico de la obra plástica y buscase la esencia en la propia materia y la interactividad a través de un planteamiento sobre la continuidad dinámica del espacio y la asunción del ideario del cubismo sintético.
En los cinco años que estuvo activo el Equipo 57, Ángel Duarte participó en ocho exposiciones junto a sus compañeros en diferentes países europeos.
Durante los años 60, Ángel Duarte se traslada a Suiza, donde promovió, en 1963, la creación de la Asociation Valaisanne des Artistes, siguiendo su carrera en solitario, pero aferrándose a esa constante de la idea colectiva, aunque fue la época en la que proyectó de forma más personal sus inquietudes sobre una base matemática.
En 1967 fundó, junto a Ficher y Tanner, el Grupo Y, esgrimiendo de nuevo los postulados defendidos por el Equipo 57, y añadiendo a su bagaje los contactos establecidos con los grupos adscritos a la Nouvelle Tendance, como fueron, entre otros, el Grupo T de Milán, con sus aspectos cinéticos, o el Grupo N de Padua y su interés por las aplicaciones lumínicas.
De esta manera, el escultor Ángel Duarte amplió su carrera en solitario con el 'Manifiesto sionés' en 1972, aunque sin renunciar nunca a los firmes contactos dentro del movimiento cinético europeo.
Esta etapa supuso para su propia obra un paso importante en el análisis científico de los fenómenos físicos y la estructura artística de las obras.
Igualmente, al comenzar la década de los años setenta, Ángel Duarte, con un reconocimiento incuestionable en Suiza y fuera de sus fronteras, inició el desarrollo de sus grandes esculturas monumentales, que hasta ahora sólo eran proyectos.
Con la muerte de Franco, Duarte vuelve a España y su trayectoria es recuperada para el país en 1980, en el prestigioso Premio Cáceres de Escultura, destacando sus dos grandes ejes, el del trabajo colectivo y la investigación.
Durante los últimos 20 años de su carrera, el escultor se centró en los proyectos de arte público en Suiza y España y falleció en Sierre-Sión (Suiza) en 2007.
Entre las obras más conocidas de este período se encuentran 'E. 4 A. I. B', en el Parque Europeo de Esculturas de Sevilla, en 1992, con motivo de la Exposición Universal de Sevilla; 'E. 4. A. I. B.' en el exterior del MEIAC (Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo), en Badajoz; y 'E. 26. A.I. (Extremadura)' en Aldeanueva del Camino.