Los sanitarios del hospital Campo Arañuelo vuelven al concentrarse para rechazar las agresiones
El ginecólogo agredido Carlos Lana recibe el apoyo de sus compañeros
'No agresiones' son las dos palabras que han repetido con insistencia los sanitarios del Área de Salud de Navalmoral de la Mata concentrados al ... mediodía del lunes a las puertas del hospital Campo Arañuelo para condenar precisamente eso, las agresiones, convocados por el Sindicato Médico de Extremadura.
En este caso concreto personalizadas en el ginecólogo del hospital moralo Carlos Lana, presente en la concentración y que recibió así el apoyo de sus compañeros ante el momento personal que está pasando, tal y como explicaba días atrás a HOY al relatar la agresión sufrida.
«Estamos en una concentración de stop agresiones, que lo único que consiguen es perjudicar al propio paciente. Estamos a favor de mejorar la asistencia sanitaria y las condiciones laborales. No queremos ser unos privilegiados, pero sí tener dignidad, respeto y tiempo. Y tolerancia cero con las agresiones. Porque si alguien no está de acuerdo con el trato que recibe de un sanitario, existen otros vehículos para denunciarlo», aseguraba José Ignacio Prieto, en representación del sindicato convocante.
Los insultos, amenazas y agresiones se vienen sucediendo en los últimos tiempos hacia los sanitarios del área de salud, ya que no en vano el hospital Campo Arañuelo y un centro de salud de Badajoz son los dos puntos negros de la región en cuanto a violencia hacia ellos, ya sea física o verbal. De ahí la reunión mantenida para reforzar la seguridad en el hospital moralo, puesto que en este caso los vigilantes llegaron una vez consumada la agresión.
Paliza en el pasillo
«La matrona y la enfermera, que lo vieron todo, me gritaron que tuviera cuidado, pero cuando me volteé ya la tenía encima, porque venía a la carrera con el puño en alto, una mujer de 1,80 por lo menos. Me dio un puñetazo en la cara y me tiró al suelo, golpeándome dos veces contra la pared. Estaba encima y no me la podía quitar, dándome puñetazos y patadas por todos lados. Y encima gritando que yo le agredía a ella, cuando me estaba defendiendo. No podía hacer nada. Y tengo testigos». Así relataba el ginecólogo Carlos Lara lo sucedido a HOY.
Aunque parece que no fue suficiente, ya que al levantarse, añade, le dio otro puñetazo y le dirigió todo tipo de improperios e incluso amenazas de muerte. «Maleducada y agresiva como no he visto nunca», señala.
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