«Estaba sin pulso y comencé con el boca a boca, el chico vomitó pero no se recuperaba»
Una enfermera fue alertada del ahogamiento en la piscina de Los Santos de Maimona y le realizó las técnicas de reanimación al joven
A medida que pasan las horas se van conociendo detalles del incidente que pudo costar la vida al joven de 15 años que pasaba la ... tarde con su padre y otros dos miembros de la familia en la piscina municipal de Los Santos de Maimona.
El menor se tiró de cabeza y a partir de ahí comienzan unos momentos trágicos. El padre del chico, que se da cuenta de la situación, lanza uno de los flotadores naranjas de primeros auxilios que están colgados en las esquinas de la piscina. Ante los gritos de auxilio de varios chicos que estaban en el interior del vaso de la piscina se lanza al agua una de las socorristas y también Ana Clemente, una celadora del Hospital de Zafra que al percatarse de la situación también fue al rescate.
La única enfermera que había en el recinto, Tina Castilla, fue alertada de inmediato por Ana Guerrero y comenzó a hacer las tareas de reanimación.
«Estaba sin pulso y comencé con el boca a boca y en las dos primeras el chico vomitó pero no recuperaba. Ana Guerrero, que es auxiliar de clínica, se unió al grupo al igual que Juan Diego, un chico que estuvo en Protección Civil y conocía las maniobras de reanimación. Él hacia las maniobras en el pecho y yo insuflaba aire por la boca».
Pidieron tubos para dichas maniobras y otros para sujetar la lengua; el material estaba en el botiquín y, como de todo se aprende, «Esperemos que dicho material esté al lado de los socorristas y que estos conozcan al dedillo como utilizarlos o que se contrate a una enfermera como coordinadora sanitaria de la piscina», señala Tina Castilla.
Antonio David, un guardia municipal de Villafranca que también estaba entre los bañista, llegó con el desfibrilador que existe en las instalaciones deportivas pero que prácticamente no fue utilizado porque ya los servicios del Centro de Salud de Los Santos comenzaron con una reanimación más efectiva, abriendo vías y preparando al chico para su traslado al hospital de Zafra.
«Dos de nosotras nos fuimos al hospital después de ayudar a los compañeros en la propia piscina y pudimos verlo. Tenía mejor cara pero estaba muy grave y por eso fue evacuado a Badajoz», señala Castilla que finalmente «entre todos los que estábamos allí alrededor del chico logramos al menos que no se fuera».
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