El pueblo de Extremadura que hace 20 años se unió a un rincón de Mallorca y transformó su historia
Orellana y Felanitx celebran dos décadas de hermanamiento, un vínculo nacido de la emigración que todavía emociona a vecinos de ambas localidades
Hace veinte años, un pequeño pueblo de Badajoz y una localidad de Mallorca firmaron un hermanamiento que parecía simbólico, pero que con el tiempo se ha convertido en un lazo real de cultura, amistad y recuerdos compartidos. Hoy, vecinos y protagonistas de aquella historia recuerdan los inicios de su unión y cómo la emigración marcó sus vidas para siempre.
«Hoy ha sido un día para enmarcar en la historia de nuestro pueblo», celebran desde Orellana, este municipio pacense al que Mallorca cambió su historia. En el salón de actos de la localidad, en lo que ha sido un acto profundamente emotivo, han vuelto a revivir los lazos que unen a Orellana y al pueblo mallorquín de Felanitx.
Así cambió la historia de Orellana un viaje a Mallorca
Pilar Carmona y Catalina Soler, las alcaldesas de ambos municipios y presentes en el acto, nos trasladan a los inicios de esta historia, de la que hace ya 70 años, cuando el pueblo felanichero tendió la mano y recibió con los brazos abiertos a los primeros inmigrantes orellanenses.
Corrían los años 60 y 70, cuando la emigración desde Orellana se intensificó tanto que, durante un tiempo, había más vecinos empadronados en Mallorca que en su propia ciudad natal. Cada semana, un autobús partía con 50 personas rumbo a Valencia o Alicante, y desde allí cruzaban el mar en barco para buscar un futuro mejor en las islas. Los primeros emigrantes, tras quedarse sin trabajo al concluir la construcción de la presa del pantano, se dedicaron a la obra; más tarde, la hostelería se convirtió en su principal fuente de sustento y prosperidad.
Hoy, Encarna Pastor, visiblemente emocionada, confesaba que siente «el corazón partido, entre Felanitx y su población natal» y hacía recordar su incansable lucha por la integración de los orellanenses y su deseo de que Felanitx los acogiera con cariño, una meta que, con satisfacción, constatan que se ha cumplido con creces en ambos sentidos.
Afirmaba que hoy no solo hay trabajadores, sino también «muchos emprendedores que han triunfado en las islas Baleares». En un momento especialmente entrañable, contaba que «vino a mi memoria cuando firmé el Hermanamiento con la alcaldesa de Felanitx Catalina Soler en el año 2005 cuando en mi intervención comenté Hoy no firmamos un papel; hemos cosido con hilo fuerte en nuestra memoria para que ni el tiempo ni la distancia vuelvan a romperlo«.
Todos los intervinientes valoran de forma extraordinariamente positiva los lazos de unión y el hermanamiento formalizado el 25 de septiembre de 2005, un logro que fue el culmen de 15 años de esfuerzo tras la creación de la Casa de Extremadura en Felanitx y Son Servera. Hoy se han reconocido todos aquellos esfuerzos y gestiones, rindiendo un sentido homenaje a Encarna Pastor, Felipe Martín, como presidente de la primera Casa de Extremadura, y Antonio Cabanillas, como pilares fundamentales de esta realidad histórica.
El acto concluyó con un intercambio de obsequios y la firma del compromiso de continuar fortaleciendo, a través de la cultura, los lazos entre Orellana y Felanitx.