Monesterio despide a Manuela Chavero y entierra ocho años de dolor
Los vecinos acompañaron a la familia en el funeral y en el acto previo de homenaje celebrado en la Plaza del Pueblo
Difícil fue para los vecinos y familiares de Manuela Chavero contener las lágrimas cuando se procedió a la retirada del cártel que, con el rostro ... de Manuela, ha permanecido colgado en la fachada de la iglesia San Pedro Apóstol de Monesterio. Un emotivo momento con el que se cerró el acto de homenaje a la mujer asesinada en julio de 2016 que ha tenido lugar en la tarde de este sábado y de manera previa al funeral.
A la familia, en manos de su hermana Emilia, se entregó un cuadro con esa misma imagen que se convirtió en el símbolo de la búsqueda, en un primer momento, y de la reclamación de justicia, una vez que se confirmó el trágico desenlace de Manuela.
Siete años, once meses y diez días ha tardado su familia en poder enterrar a Manuela Chavero. Un periodo que se ha hecho largo, eterno, interminable, según dijeron sus seres queridos desde el atril ubicado en la plaza del pueblo de la localidad desde el que se han dirigido a los vecinos que, una vez más, se han reunido para mostrar su apoyo a la familia.
Antes de las seis de la tarde ya se iba agrupando la gente en la Plaza del Pueblo, en la zona de sombra, a la espera del inicio del acto. Sin embargo, en cuanto los familiares se fueron situando junto el atril, los vecinos quisieron arroparles no solo con su presencia sino también con su cercanía y se aproximaron a la zona central del espacio.
A todos ellos, pese a desear que el entierro sea el último episodio del suceso, prometió Emilia Chavero, la hermana de Manuela, que seguirá luchando para que se haga justicia y para que el condenado por la muerte de su hermana no salga de la cárcel. «Aunque parece que todo esto ha terminado, yo voy a seguir aquí», ha dicho antes de que se le quebrase la voz.
No fue el único momento en el que le fallaron los ánimos. «Estoy aliviada, porque se ha hecho justicia, pero el dolor sigue aquí», ha declarado. Aun así tuvo Emilia la entereza de entregar tres ramos de flores a tres mujeres a las que agradeció su apoyo y su trabajo a lo largo de todos estos años. A Verónica Guerrero, la abogada de la familia, a Patricia Catalina, de la asociación Clara Campoamor, y a Loli Vargas, la alcaldesa de Monesterio. Con todas se fundió Emilia en un abrazo. No lo hizo con el resto de sus vecinos, pero sí les dedicó palabras de cariño. «De vosotros he sacado fuerzas», les ha dicho.
Fue el comunicador Rafael Molina el encargado de conducir el acto y de poner voz a unas letras escritas por Emilia cuando esta no pudo continuar con su intervención. Sobre todo fueron palabras de agradecimiento a todos los implicados en la resolución del asesinato de Manuela.
Funeral
Los gestos de dolor se intensificaron entre los familiares a la llegada del féretro con los restos de Manuela a la iglesia. A los que los vecinos respondieron con un fuerte aplauso que se ha continuado escuchando en el interior del templo según ha ido avanzando el cuerpo hacia el altar. Un funeral con el que la familia espera empezar a recuperar la paz y la tranquilidad, como expresó Molina, después de ocho años de sufrimiento. «Hoy es el día en el que cerramos este triste capítulo», ha expresado, en la misma línea, la alcaldesa de Monesterio en su intervención. «Nos dolió su desaparición y su trágico final», ha remarcado sobre Manuela. «Siempre la recordaremos tal y como era: una buena persona», ha concluido Vargas.
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