Las campanas repican con toque manual en Fuente del Maestre
Una veintena de campaneros se reúne en Fuente del Maestre para homenajear un arte declarado Patrimonio Cultural Inmaterial
Di di di, da, da, da... Es la sintonía que hace sonar José María Benítez Carroza, uno de los organizadores de la cita que ... este sábado ha tocado las campanas en Fuente del Maestre.
Cada 13 de septiembre, repican durante 45 minutos al tiempo que los vecinos de esa mancomunidad de Zafra-Río Bodión lanzan cohetes. Esta tradición está arraigada en el municipio, de manera que los fontaneses saben que las fiestas han comenzado cuando oyen el primer repique mezclado con la pirotecnia. Por eso una veintena de campaneros extremeños que siguen haciendo sonar las campanas con sus manos se reunieron ayer en este pueblo de 5.600 habitantes. Este 2025, además, es Año Jubilar de la Redención y los fontaneses bajaron al Cristo de la Misericordia del altar de su iglesia. Y por eso decidieron celebrar allí el tercer encuentro de los campaneros extremeños.
Cada uno, explica José María Benítez Carroza, tiene su propio toque, de manera que la melodía que logran son distintas.
Todo esto ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, un título que ha devuelto a la actualidad un arte que se estaba perdiendo. Los campaneros de hoy son jóvenes. Enrique Simón Fuentes, que es el campanero de Fuente del Maestre, aún no ha llegado a los veinte años y José María Benítez tiene 40. Este asegura que cada vez hay más adolescentes en este mundo. Aunque quisieron ayer rendir homenaje a aquellos que han mantenido esta tradición viva de generación en generación en la persona de Domingo Amaya Pecero. «Campaneros como él han legado el repique artesanal hasta nuestros días».
La mayoría ha seguido la tradición oral y visual, e incluso han sido autodidactas. Aunque los nuevos pueden aprender por el canal de una plataforma de vídeos que los campaneros de Extremadura han puesto en marcha. En Almendral han creado su propia escuela coordinada por su cronista oficial, José Joaquín Pérez Guedejo. Este «animó a los antiguos monaguillos y a los niños a volver a la torre, y los mayores enseñaron a los pequeños».
Otros están volviendo a este arte, como le ha pasado a Francisco Monge Rodríguez en Alange, que llevaba 40 años sin hacer sonar las campanas y se ha aficionado de nuevo.
El toque de cada uno, dice José María Benítez Carroza, es distinto. «En Fregenal, Puebla del Prior y Almendral suena totalmente distinto aunque empleemos las mismas campanas porque cada uno tiene su metodología y ritmo para dar lugar a una melodía propia».
De todo esto se ha hablado y sobre todo se ha oído este sábado en Fuente del Maestre, que ha sido escenario donde cada campanero cogió los badajos de las campanas con sus manos para entonar su propio repique.
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