Ver fotos
La Escuela Profesional Arroyo Claro clausura el curso 2019/2020
Quince alumnos se han graduado en un acto sin público que ha tenido lugar esta mañana a las 12.00 horas en la Casa de la Cultura
Un poco más tarde de lo previsto, pero la Escuela Profesional Arroyo Claro por fin ha clausurado el curso 2019/2020. Quince alumnos se han graduado hoy en un acto sin público que se ha celebrado a las 12.00 horas en la Casa de la Cultura siguiendo todas las medidas de seguridad. En él, han participado miembros tanto del Ayuntamiento de Calamonte como del equipo técnico y docente de la escuela.
Magdalena Carmona, alcaldesa de la localidad, fue la primera representante institucional en intervenir. Comenzó aludiendo, como no podía ser de otra forma, a las dificultades que la pandemia ha generado. Para empezar, quiso disculparse por no haber realizado un seguimiento del curso como le hubiese gustado, aunque también destacó el compromiso del Consistorio con la escuela, ya que sabían que lo que estaba en juego era la obtención del certificado de profesionalidad por parte de los estudiantes. «Hemos sabido adaptarnos a la situación y vosotros habéis conseguido vuestra meta», manifestó.
A estas declaraciones se sumó también María Caballero, concejala de Cultura y Comunicación que se incorporó al puesto cuando apenas faltaban tres meses para terminar la formación. «Gracias por haber llenado la Casa de la Cultura con vuestra vitalidad, energía, locura y color que tanta falta nos hacen en estos tiempos que corren», señaló la edil. Debido a las circunstancias sanitarias, no se pudo celebrar el tradicional aperitivo posterior al acto. Para compensarlo, el Consistorio decidió obsequiar a los alumnos con un detalle que les sirviese como recuerdo de su paso por Arroyo Claro.
La llegada del coronavirus provocó dos meses y medio de parón donde absolutamente todos los implicados en estos módulos tuvieron que cambiar su forma de trabajar y de entender la educación. Esto es algo de lo que han sido muy conscientes Inés García, directora de la escuela, Susana Antequera, coordinadora, y Coro Antúnez y Desirée Canseco, tutoras. Por ese motivo, no dejaron pasar la oportunidad de alabar en sus discursos llenos de emoción la gran capacidad de esfuerzo de sus alumnos, quienes también se llevaron como regalo el libro de 'El Principito'.
Todos ellos pueden considerarse ya técnicos en servicios culturales y de ocio, habiendo obtenido dos certificados de profesionalidad: el de Dinamización de actividades de tiempo libre educativo infantil y juvenil (nivel 2), y el de Dinamización, programación y desarrollo de acciones culturales (nivel 3).
Aunque un par de alumnas ejercieron de portavoces de sus compañeros, una vez concluida la parte institucional, los estudiantes pudieron llevar a cabo su propia graduación mediante un vídeo y una serie de alocuciones referentes, principalmente, al día a día de sus clases. Ahora solo les queda poner en práctica lo aprendido en ellas gracias al compromiso de contratación de seis meses a jornada completa que el Ayuntamiento ha adquirido con ellos.