Cáceres y la cultura
Análisis ·
La ciudad se ha ganado un lugar muy por encima del que le correspondería por población o actividad económica
A falta de una clasificación oficial elaborada por un organismo público con datos y estadísticas concretos, el Observatorio que cada año publica la Fundación Contemporánea ... es una de las mejores referencias que tenemos para hacernos una idea del lugar que ocupa cada cual dentro del panorama cultural español. El informe de 2022, que se acaba de dar a conocer, vuelve a dejar a Cáceres en una posición de privilegio. Está en el número 13 y todas las que la preceden en la lista son capitales importantes: Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Málaga, Sevilla, San Sebastián, Santander, Zaragoza, Valladolid, la Coruña y Palma de Mallorca. Aunque Cáceres ha bajado tres posiciones respecto al año anterior, sigue muy por encima de la que le correspondería por población o por relevancia económica.
Ya sabemos que solo es una lista basada en criterios subjetivos, pero es justamente eso lo que le da valor, que quienes votan para elaborar este Observatorio son algunos de los más destacados profesionales españoles del mundo de la cultura, en esta ocasión cerca de 300 de los más de 1.000 que la Fundación Contemporánea tiene en su base de datos, a quienes se pide que voten teniendo como criterios principales la calidad y la innovación de la oferta cultural de cada sitio. Gente que sabe de lo que habla, en definitiva.
El empujón que ha llevado a Cáceres de las discretas posiciones de mitad de tabla que venía ocupando a codearse con las ciudades de mayor relevancia cultural del país ha sido la apertura, este mes hará dos años, del Museo Helga de Alvear, que según este mismo Observatorio de la Cultura se ha situado no solo como el principal proyecto cultural de Extremadura, superando al Festival de Teatro Clásico de Mérida, sino también entre los más importantes de España. Este año aparece en el puesto 15 de un listado que encabezan gigantes de renombre internacional como el Museo del Prado, el Reina Sofía, el Festival de Cine de San Sebastián, el Guggenheim de Bilbao o el Museo Thyssen. Casi nada.
En una entrevista publicada el año pasado en HOY el director de la Fundación Contemporánea, Alberto Fesser, ya decía que Cáceres ha pasado a jugar «en otra liga» con la apertura del Museo Helga de Alvear. Puede que haya quien todavía se resista a reconocerlo, pero desde luego la realidad ha acallado y dejado en bastante mal lugar a los que en su momento despreciaban la llegada a Cáceres de la colección de la galerista alemana y se burlaban de su contenido. Siempre será buen momento para recordar, por ejemplo, que hubo quien calificó de «chatarra» la gran lámpara del artista chino Ai Weiwei cuando empezó a instalarse en el recibidor del museo. Hoy esa pieza es un icono del Helga y va camino de serlo también de la ciudad, al igual que el propio edificio del museo, cuyo coautor, Emilio Tuñón, ha sido reconocido con el Premio Nacional de Arquitectura 2022.
En Cáceres no hay una economía fuerte ni una industria relevante, pero al menos tiene buenos referentes culturales que trascienden lo local. Otro día hablaremos del reverso de la moneda: el apoyo a los creadores de aquí y si es deseable un sector cultural de dos velocidades.
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