Salud Pública confirma que el agua de Mérida es apta para el consumo
El organismo dependiente de la Junta de Extremadura afirma que las inspecciones y auditorías descartan problemas de suministro
La Dirección General de Salud Pública de la Junta de Extremadura confirma que el agua de Mérida es apta para el consumo a pesar de ... las deficiencias que muestra en mal olor y sabor.
Estas incidencias se han producido en el suministro desde finales de agosto y han sido denunciadas públicamente por Unidas por Mérida y el PP emeritense, que han pedido explicaciones al Gobierno local. La asociación de consumidores Facua también ha reclamado información al respecto. Por su parte, tanto el Consistorio emeritense como la empresa concesionaria del servicio, Aqualia, afirman que el agua sigue siendo potable. Pese a ello, muchas familias han recurrido al agua embotellada.
Aqualia ha reconocido anomalías en cuanto al sabor y el olor del agua, pero asegura que el suministro sigue cumpliendo los parámetros de calidad recogidos en la normativa. La empresa achaca este problema a la ola de calor de agosto.
La Dirección General de Salud Pública del Servicio Extremeño de Salud señala que ha recibido quejas puntuales sobre el suministro de agua en Mérida por parte de algunos ciudadanos, pero que el operador ya había informado previamente de estas deficiencias en el servicio.
Salud Pública señala que sus competencias se centran en la vigilancia sanitaria, que abarca el asesoramiento y la auditoría de los controles que se realizan de forma periódica por parte de los responsables de la gestión del agua.
En el caso del agua de consumo humano, apunta que es el municipio el que debe garantizar que la calidad cumple con los parámetros exigidos por la norma sanitaria, para lo que se deben realizar, de manera directa o a través de los operadores, las medidas preventivas de tratamiento. Asimismo, se requiere un seguimiento para autocontrol sanitario.
Labor de control
«La autoridad sanitaria con competencias en salud pública es la encargada de la vigilancia y supervisión del autocontrol mencionado, mediante inspección, auditoría y muestras de control oficial», explica. «Se realiza una labor fundamental de asesoramiento y llegado el caso en que la valoración del riesgo o las actuaciones que adopte un operador o el municipio discrepen con la evidencia o el riesgo real que se pudiera llegar a dar, es cuando la autoridad sanitaria ejecuta su función de establecer en su caso ciertas recomendaciones o restricciones».
«En este caso se han realizado inspecciones, auditorías y tomas oficiales de muestras de control, cuyos resultados disponibles hasta la fecha confirman que el agua es apta para el consumo», explica Salud Pública. «Se mantiene además la vigilancia habitual para garantizar su calidad».
De esa forma, la vigilancia de la potabilidad y el tratamiento corresponden al operador, en este caso Aqualia, mientras que la decisión sobre la aptitud del agua es competencia del Ayuntamiento. «Salud Pública solo intervendría en caso de que existiera una discrepancia», añade.
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