Irak celebra las primeras elecciones sin violencia desde la invasión de EE UU
El principal favorito es el primer ministro Al Sudani, que ha devuelto la calma al país tras dos décadas de guerra, sectarismo e irrupción del Estado Islámico
Los iraquíes acudieron a las urnas este martes para elegir nuevo Parlamento en medio de una estabilidad y un clima de seguridad poco habituales para ... un país árabe que, desde la caída de Sadam Husein, mantiene un delicado equilibrio entre Irán y Estados Unidos. Después de dos décadas en las que Irak ha sobrevivido a la invasión norteamericana, la guerra sectaria y la irrupción del grupo yihadista Estado Islámico, el territorio atraviesa un momento de calma bajo el mando del primer ministro, Mohamed Shia Al Sudani, que le hanmantenido fuera de la crisis regional provocada por el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023. Los centros de voto cerraron sus puertas tras una jornada marcada por la poca expectación en las calles y los resultados oficiales se conocerán en las próximas 24 horas.
Al Sudani, que ha optado para su campaña por un eslogan de corte trumpista como 'Iraqi First', es el principal favorito para la victoria. El dirigente chií se comprometió en 2021 a no presentarse de nuevo, ni a formar un partido político, pero cuatro años después incumplió su palabra y aspira a un segundo mandato. Se presenta como el candidato capaz de mantener el equilibrio entre Washington y Teherán en un momento complejo ya que el Gobierno de Donald Trump mira con lupa el papel de las milicias chiíes apadrinadas por la república islámica.
Tras los golpes a Hamás, en Gaza, y Hezbolá, en Líbano, estas milicias son, junto a los hutíes de Yemen, el último vestigio de la red de proxies creada por la Guardia Revolucionaria en la región. El enviado estadounidense, Mark Savaya, pidió recientemente que Irak sea liberado de la «maligna» injerencia de Irán y de sus representantes.
Negociación compleja
El gran rival de Al Sudani es el ex primer ministro Nuri Al Maliki, entre 2006 y 2014, pero gane quien gane, el futuro jefe de gobierno saldrá de las negociaciones que se desarrollen en el Parlamento. El proceso suele ser complejo y en los últimos comicios se alargó durante 6 meses. 7.700 candidatos de 114 listas diferentes aspiran a ocupar los 329 asientos de la Cámara. Los partidos suníes se presentaron por separado, y su gran esperanza es el expresidente del Parlamento, Mohammed Al Halbousi.
El sistema implantado por Estados Unidos es de marcado carácter sectario, el presidente del país es kurdo, el primer ministro, chií, la secta mayoritaria, y el presidente de la Cámara, suní. En 2018 y 2019 el país vivió una serie de protestas a nivel nacional para reclamar un cambio de sistema, pero las movilizaciones solo obtuvieron cambios cosméticos y las élites de cada grupo siguen en el poder.
Boicot de Al Sadr
Las de este martes fueron las sextas elecciones desde la caída de Sadam y estuvieron marcadas por la llamada al boicot de Muqtada Al Sadr. El clérigo se retiró de la política tras ganar las elecciones de hace cuatro años, pero ser incapaz después de formar gobierno. Al Sadr criticó a la élite política del país por su incapacidad de limitar la influencia de Irán y a la hora de combatir la corrupción. Su discurso marcadamente nacionalista cuenta con un público fiel y leal a su apellido.
Mustafa Saadoon, cabeza del Observatorio Iraquí de Derechos Humanos, destacó que «son las primeras elecciones que transcurren sin problemas. Los votantes eligieron a quienes los representarán en el Parlamento, y quienes apostaron por el boicot adoptaron una postura respetuosa. En resumen, todos desean que madure la experiencia democrática y que se fortalezca el rol de las instituciones del Estado».
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