Venezuela se prepara para el estado de excepción ante los ataques de EE UU
El Gobierno de Maduro da forma a un decreto que le otorga poderes extraordinarios, como imponer controles militares, y que genera numerosas dudas sobre sus verdaderas intenciones
Nicolás Maduro no solo es visto por Donald Trump como un obstáculo en la lucha contra las drogas, sino también como una amenaza contra la ... seguridad nacional. El presidente de Venezuela acusa a su homólogo estadounidense de promover una campaña de acoso, provocación y amenaza militar sobre el país desde las aguas del mar Caribe bajo el pretexto de acabar con el narcotráfico que, supuestamente, dirige el líder chavista. Ante esta grave situación, el Ejecutivo de Caracas ha preparado un decreto de estado de conmoción que otorga al gabinete poderes extraordinarios para enfrentar las intimidaciones que lleguen del exterior. Pero los venezolanos interpretan la medida como «otra forma de hacer con más legalidad lo que este Gobierno viene haciendo desde hace muchos años».
El decreto permite a Maduro movilizar a las fuerzas armadas, imponer controles militares, establecer toques de queda y hasta expropiar recursos o servicios privados en nombre de la defensa nacional. Todo eso sobre el papel. Sin embargo, importantes juristas observan en la iniciativa otras intenciones pues, reconocen, esta especie de situación de excepción es completamente legal en Estados de derecho pero Venezuela, bajo el régimen chavista, no se encuentra entre ellos.
Lo que hace el presidente venezolano con este texto, según el abogado penalista y exfiscal del Ministerio Público Zair Mundaray, «es profundizar exactamente en lo que estamos viviendo desde hace mucho tiempo, donde el modelo del poder avasalla al ciudadano y le impide el ejercicio de los derechos más elementales. Profundiza el estado de terror». «Es como decir 'ahora estoy autorizado para hacer lo que vengo haciendo'», analiza. Una opinión que comparte la letrada Tamara Adrián: «Es otra forma de hacer con más legalidad lo que están haciendo desde hace tiempo. No está vigente, es solo otra amenaza».
Dudas legales
La vigencia del decreto ha provocado discusión entre los opositores al régimen. Cuando la vicepresidenta Delcy Rodríguez anunció a finales de septiembre la medida de excepción advirtió de que entraría en vigor si Estados Unidos ejecuta una acción armada sobre Venezuela. Lo habitual en este tipo de medidas es que tengan una fecha de inicio y otra de fin y, además, que se dicte cuando ya se ha producido el ataque, nunca antes. El texto debería pasar, en teoría, por el Parlamento, pero en el país caribeño todo depende de lo que decida el régimen.
También amplía las dudas sobre la legalidad del decreto el hecho de que Caracas haya apelado para su desarrollo a una normativa de la ONU, pese a que el Ejecutivo de Maduro ha calificado en muchas ocasiones a la organización de injerencista e incluso expulsó a una agencia de Naciones Unidas que se encargaba de supervisar y defender los derechos ciudadanos en un momento en el que el régimen había sido acusado de intensificar la represión.
Otras fuentes señalan, además, que no existe una agresión directa a Venezuela, sino contra un cártel narcoterrorista que, según EE UU, lideraría Maduro. La Administración Trump no ha escondido en ningún momento su deseo de apartar al dirigente chavista del poder, y cada día aviva la amenaza de un posible ataque estadounidense en suelo venezolano. Incluso Luis Quiñónez, veterano asesor del inquilino de la Casa Blanca, se ha referido a los ejercicios que marines y fuerzas especiales llevan a cabo en un aeropuerto de Florida. «Es un lugar perfecto para practicar una posible invasión y tomar todos los accesos por donde ellos pueden despegar», explicó. «Si tenemos que ir a sacarlos lo vamos a hacer. No nos interesa invadir Venezuela, lo que queremos es erradicar el cáncer», remató en referencia al líder bolivariano.
Earlier this morning, on President Trump's orders, I directed a lethal, kinetic strike on a narco-trafficking vessel affiliated with Designated Terrorist Organizations in the USSOUTHCOM area of responsibility. Four male narco-terrorists aboard the vessel were killed in the… pic.twitter.com/QpNPljFcGn
— Secretary of War Pete Hegseth (@SecWar) October 3, 2025
Estados Unidos atacó el pasado viernes otra supuesta narcolancha en el Caribe. Se trata de la quinta acción en quince días que Washington reconoce contra embarcaciones presuntamente cargadas con droga del Cártel de los Soles, y Trump ya ha avisado de que el próximo blanco serán las rutas terrestres. En este sentido, el portavoz adjunto del Departamento de Estado norteamericano, Tommy Pigott, insistió en señalar a Maduro: «No es el líder legítimo de Venezuela, es un fugitivo de la Justicia estadounidense que socava la seguridad regional y envenena a los estadounidenses».
Los ataques contra supuestas narcolanchas se han saldado, por ahora, con la destrucción de las naves y la muerte de sus tripulantes, pero no ha dado lugar a capturas, interrogatorios o procesamientos de sospechosos. Esta situación ha llevado esta semana al diario colombiano 'El Tiempo' a plantear si Washington podría justificar acciones en este país o México con los mismos argumentos que utiliza contra Venezuela. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se ha manifestado en contra de Trump y ha pedido al ejército que desobedezca las órdenes del líder republicano.
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