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¿Qué ha pasado hoy, 18 de abril, en Extremadura?
Álvaro Guerrero, con uno de los ejemplares que están ahora de viaje. Cada uno de ellos puede alcanzar los tres metros de envergadura

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Álvaro Guerrero, con uno de los ejemplares que están ahora de viaje. Cada uno de ellos puede alcanzar los tres metros de envergadura

Extremadura envía 22 buitres negros a Bulgaria

Referencia mundial. AMUS y la Junta ayudan a repoblar la especie en el país balcánico, al igual que lleva años haciendo en Francia, Italia o Croacia

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Lunes, 1 de marzo 2021, 07:08

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A las 11 de la mañana de este lunes, una furgoneta equipada para la ocasión salió de Villafranca de los Barros para cruzar media Europa sin apenas detenerse. No parará a hacer noche, sus conductores se turnarán para que mientras uno maneja el volante, el otro duerma, y tardarán unas 65 horas en llegar a Bulgaria. Todo se organiza con un objetivo claro: molestar lo menos posible a los ocupantes principales del vehículo, 22 buitres negros que son la razón de ser del viaje.

«Los animales harán el trayecto en ayunas, porque con el estrés vomitan, y lo harán también a oscuras, para que estén más tranquilos, porque ellos reaccionan a los estímulos visuales». Aporta los detalles Álvaro Guerrero, presidente y fundador de AMUS (Acción por el Mundo Salvaje), la asociación que lleva años cuidando a la fauna desde su sede a las afueras de Villafranca de los Barros. Desde ahí también colabora para repoblar una parte de Europa con esta mítica especie que tiene en Extremadura su principal paraíso. En esto, la región es una potencia a escala mundial.

«Aquí tenemos las dos colonias más importantes del mundo, que están en Monfragüe y en la Sierra de San Pedro», sitúa Guerrero, que ayer participó en los preparativos del viaje junto al personal de VCF (Vulture Conservation Foundation, o Fundación para la Conservación de los Buitres), una oenegé con sede principal en la ciudad suiza de Zúrich que participa en este proyecto LIFE. Ellos recogieron ayer a los 22 buitres negros y los llevarán hasta un paraje montañoso de Bulgaria, país en el que esta especie se extinguió hace unos sesenta años, y al que AMUS lleva un lustro enviando ejemplares. Con estos 22 suman ya 59.

«Todos los que han salido de viaje –explica Guerrero– son ejemplares juveniles, nacidos el año pasado y atendidos porque presentaban algún problema de salud». Entre las instalaciones con las que cuenta el colectivo está un hospital veterinario al que llegan animales salvajes que necesitan cuidados. En el caso concreto de los buitres que van camino de Bulgaria, presentaban todos cuadros de desnutrición y desorientación. Unos porque se habían tirado del nido en algún día de verano particularmente caluroso. Y otros «porque estas aves, cuando salen del nido inician a veces una fase de dispersión en la que no acceden al alimento y entran en una espiral de hambruna que les lleva a caer al suelo, donde pueden permanecer hasta ocho o diez días».

Miembros de AMUS y VCF meten a una de las aves en la jaula de viaje. hoy
Miembros de AMUS y VCF meten a una de las aves en la jaula de viaje. hoy HOY

En el guion más habitual, un agente del Medio Natural de la Junta de Extremadura ve al animal en el suelo, lo rescata y el animal es trasladado a AMUS o al Centro de Recuperación de la Fauna y Educación Ambiental Los Hornos, ubicado en Sierra de Fuentes (a unos 20 minutos de Cáceres en coche). De ahí proceden diez de los ejemplares que salieron ayer de viaje, mientras que los otros doce han sido tratados en AMUS. «También es habitual –explica Álvaro Guerrero– que alguien vea al animal herido y nos avise, porque en nuestra región hay ya una conciencia social importante en este asunto».

Para estos supuestos de animales salvajes en apuros, la asociación dispone de un teléfono operativo las 24 horas durante los siete días de la semana (es el 924 124 051), en el que atienden los avisos. A partir de esta alerta o de la mediación de un agente del Medio Natural de la Junta se inicia el proceso de recuperación de los ejemplares. «Los que han salido para Bulgaria –comenta el fundador de AMUS– no han pasado ninguno por el quirófano, como suelen necesitar los que presentan traumas, frecuentemente por golpes con tendidos eléctricos». «Los 22 que van a los Balcanes búlgaros –continúa– han necesitado fundamentalmente terapias a base de fluidos, con suero, y buena alimentación».

Liderando proyectos

Una vez recuperada la salud, las aves pueden seguir diferentes caminos. En el caso de esta especie, uno de los más habituales en los últimos años es llevarlos a distintos países europeos, para participar en programas de repoblación. La Junta de Extremadura y AMUS son parte esencial de estos proyectos, que han llevado buitres extremeños hasta Francia, Italia, Croacia, Hungría o Grecia.

«Este tipo de proyectos hablan de la capacidad de nuestra región para liderar cosas importantes a escala mundial, iniciativas que son muy necesarias», reflexiona el presidente de la asociación extremeña, que anticipa qué les espera a los animales una vez que lleguen a su destino. «Les llevarán a unas instalaciones cerradas enormes, encastradas en las montañas balcánicas. Allí tendrán todo lo que necesitan, y tras un periodo de aclimatación de unos tres meses, en los que se van de nuevo asilvestrando, que es su estado natural, serán finalmente soltados en libertad». Los sensores que estos buitres llevan permitirán seguir sus pasos en esta nueva vida que estrenarán a unos cinco mil kilómetros de Extremadura, donde nacieron.

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