591 ucranianos se han asentado en Extremadura después de tres meses de guerra

Esta cifra es la de quienes han solicitado protección temporal en esta comunidad, según los datos que aporta la Delegación del Gobierno, aunque todo indica que en realidad son más los ucranianos que residen en Extremadura porque llegaron huyendo de la guerra. Saber el número exacto es, según las organizaciones de ayuda consultadas y la propia Administración, imposible porque no todos siguen los cauces oficiales, es decir, que llegan a través de familiares o iniciativas privadas. Además, desde que pisan el suelo extremeño tienen un plazo de 90 días para solicitar protección temporal. Es eso precisamente lo que les permite residir, trabajar o estudiar en la Unión Europea hasta un máximo de tres años sin tener que solicitar asilo.

La mayoría de los que se han quedado a vivir de momento en Extremadura son ayudados por organizaciones como Cruz Roja y Accem. Suelen residir en albergues, apartamentos y hostales gestionados por estas oenegés que tienen convenios con el Gobierno de España.

En otros casos viven con familias que les han acogido a través de iniciativas solidarias. Hay que recordar que la Junta de Extremadura abrió una bolsa para interesados en acoger a ucranianos en la región, pero según los últimos datos facilitados a este diario ninguna de las casi 1.300 familias que se apuntaron tras el estallido del conflicto ha recibido a refugiados por esta vía que gestiona el Gobierno central.

Cruz Roja, por su parte, sigue gestionando dos instalaciones en la provincia de Badajoz. Por un lado, El Revellín en la capital pacense, con 64 plazas, que sirve como recurso de tránsito para aquellos ucranianos que tienen un punto distinto de Extremadura como destino final, normalmente Portugal; por otro, el albergue de larga estancia de Olivenza, que cuenta con una capacidad de 62 camas.

En estos tres meses, Cruz Roja de Extremadura ha atendido a 1.978 personas que han huido del conflicto en Ucrania. Muchos de ellos no son solo de origen ucraniano. En realidad, han atendido a personas de 62 nacionalidades distintas pero desplazadas como consecuencia de la invasión rusa.

De todas ellas 1.521 han pasado por El Revellín solo unas horas y han continuado su viaje. Otras 457 se han quedado más tiempo en Extremadura y algunos viven en el albergue de Olivenza, donde actualmente hay 52 personas.

En Cáceres, Accem dispone de 110 plazas para emergencia de Ucrania, de las cuales están ocupadas 80. Además, cuentan con 24 de acogida para refugiados ucranianos de manera temporal del programa de Protección Internacional. Todas ellas están en el albergue municipal Valhondo y en tres hostales de Cáceres.

En todos esos espacios intentan empezar una nueva vida marcada sobre todo por el 'shock' psicológico que supone ver de cerca una guerra. «La mayoría de quienes llegan son mujeres con niños de entre 18 y 35 años y la barrera del didioma es complicada», indica Víctor Domínguez, responsable de Emergencias de de Cruz Roja en Extremadura, que añade que no tiene constancia de que «ningún ucraniano de los que ha venido a Extremadura haya regresado a su país en estos tres meses».

La sanidad y la educación la tienen garantizada. Ya hay 577 que han solicitado la tarjeta sanitaria en el SES desde que comenzó la invasión y 217 estudiantes han sido escolarizados. Eso incluye todas las etapas. 40 son de Infantil, 87 de Primaria, 54 de ESO y Formación Profesional Básica y cuatro de Bachillerato y FP de Grado Medio y Superior. También hay 23 adultos en escuelas de idiomas y conservatorios.