El tomate y la fruta, hacia variedades de ciclos más cortos
El estudio sobre el cambio climático avanza que hay que seguir mejorando la eficiencia hídrica
El regadío tiene en el tomate a su cultivo referente. Son aproximadamente 23.000 hectáreas las que cada año se plantan en Extremadura, primera productora ... española de tomate para industria. García analiza respecto al cambio climático y sus efectos en el tomate que se van a imponer las variedades de ciclos más cortos de cosecha. «Lo primero es asegurar el agua. Casi todas las campañas las hemos ido salvando porque los embalses responden pero se impone redoblar la eficiencia en el consumo. Más aún», anticipa. En lo que tiene menos dudas es en que hay que cambiar variedades para adaptarse a la nueva realidad climática. En el caso del tomate, plantando variedades de ciclos más cortos. «Nos vamos a tener que ir adaptando a nuevas variedades no solo en el tomate sino en el sector de los frutales, por ejemplo, para tener una agricultura productiva, competitiva», indica.
En el caso de los frutales (Extremadura es la región productora más importante de Europa) tiene claro que habrá que ir adelantando las cosechas, no coger la fruta bien metido ya el verano o incluso en septiembre, como ocurre en estos momentos con algunos tipos de ciruelas. «Es que no solo habrá que cambiar las variedades en cada cultivo sino otros aspectos como su poda, su altura... todo para adaptarnos a lo que se nos presenta con el cambio climático», agrega el profesor.
Abelardo García apunta que no quiere trasladar un mensaje «absolutamente alarmista», respecto al desarrollo de la agricultura en Extremadura con el cambio climático. «Agricultura va a seguir habiendo, como ocurre en África en peores condiciones seguramente que nosotros, pero tenemos que adaptarnos a ese horizonte climático. Eso seguro».
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