De los sobresaltos del PP en Mérida a la guerra de Navalmoral
La renovación que ha impulsado el PP extremeño ha sido calmada en algunos municipios, pero muy movida en otros
La renovación que ha impulsado el PP de Extremadura ha sido calmada en algunos municipios, pero muy movida en otros.
El mejor ejemplo está en ... Mérida, donde han vivido con sobresalto las decisiones de la dirección regional. Así, a Miguel Valdés, que se puso al frente de una gestora en 2021 para echar a Pedro Acedo, le apearon de la candidatura para confiar en una desconocida en el partido, Fátima Mulero. Una semana después el PP la repudió para nombrar al exfutbolista Santi Amaro.
En Badajoz se han vivido momentos de desconcierto al aupar primero a Antonio Cavacasillas para fichar después al alcalde de Ciudadanos, Ignacio Gragera.
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Estas operaciones para renovar candidatos han abierto heridas en muchos municipios. Aunque el secretario de los populares, Abel Bautista, asegura que poco a poco los populares han entendido que era necesario optar por personas nuevas para ganar. Al ser preguntado por Olivenza, uno de los primeros municipios donde surgió la polémica, incide en que Bernardino Píriz apoya a Miguel Ángel Serrano.
Algunos populares argumentan que los procesos de renovación han sido muy cercanos a las elecciones. Esto ha hecho que personas que han trabajado hasta el último momento con la idea de liderar las listas se han encontrado con que la dirección no cuenta con ellos. En cambio, Bautista considera un «éxito» que Guardiola haya dado la vuelta al partido en seis meses desde su elección. Pero en Puebla de la Calzada se han quedado sin ediles.
El PP difundió que cambiaría a aquellos candidatos que hubieran perdido elecciones. Pero no lo ha hecho en Zafra, donde vuelven a confiar en Juan Carlos Fernández; ni en Villanueva de la Serena, donde Manuel Lozano afrontará sus terceras elecciones en la oposición. El secretario de los populares defiende este nombramiento porque el PP local ha logrado acercarse a colectivos villanovenses que estaban tradicionalmente alejados. Y reconoce que no trabajan con un criterio fijado, sino que toman las decisiones en función de las personas y los proyectos.
Ese puede ser el caso de Navalmoral, que vive una guerra desde que la dirección de Cáceres decidió que Enrique Hueso encabezara la lista de mayo y no Jaime Vega, como acordó la junta local. Esto ha provocado el enfrentamiento de la agrupación con Laureano León, el presidente provincial que escapó a la renovación en 2021.
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