Sexta operación contra el islamismo radical en la región en siete años
La actuación en Mérida es la cuarta que tiene lugar en Extremadura en apenas dos meses
La operación contra el terrorismo yihadista que se ha llevado a cabo este martes en Cataluña y Extremadura es la sexta que tiene lugar ... en la región en los últimos siete años y la cuarta en apenas dos meses.
En diciembre hubo un detenido en Cáceres y otros cuatro en distintos puntos de España a los que se acusa de formar parte de una red internacional con ramificaciones en doce países y tres continentes. La Policía Nacional, en colaboración con varios servicios de inteligencia extranjeros, incluido el FBI, anunció el desmantelamiento de una célula yihadista vinculada al Daesh que planificaba dos atentados en Europa. Fue la segunda fase de la 'operación Miya', iniciada por la Comisaría General de Información de la Policía Nacional en 2021 y que contó con la colaboración de servicios de inteligencia de doce países.
Asimismo, el pasado mes de noviembre tuvo lugar la detención del imán de Badajoz, Adel Najjar, en el marco de una operación policial contra la financiación del terrorismo a nivel internacional en la que fueron arrestadas otras cinco personas en Madrid, Aragón y Valencia. Muy conocido en la capital pacense, está acusado de enviar dinero a grupos yihadistas.
También en noviembre los servicios antiterroristas de la Guardia Civil detuvieron en Plasencia a un menor de 15 años acusado de difundir material yihadista a través de Internet. Por primera vez en España, las fuerzas de seguridad detectaron la distribución de propaganda integrista a través de los canales de comunicación que utilizan los jugadores de los videojuegos y en los que participan, fundamentalmente, niños y adolescentes.
Junto a esto, el líder de la comunidad islámica de Talayuela, Yahya Benaouda, fue detenido y expulsado de España a finales de 2022 por fomentar el islamismo radical desde la mezquita donde dirigía los rezos. Aplicando la Ley de Extranjería, se acordó su repatriación forzosa por estimar que comprometía la seguridad del Estado.
La Audiencia Nacional avaló su expulsión al estimar acreditado que era el máximo exponente de la difusión en la zona del salafismo, una corriente radical.
Por último, en septiembre de 2017 fue detenido en Mérida un ciudadano de Bangladesh de 34 años que llevaba un año viviendo en un piso junto a su mujer, extremeña de Aceuchal, y dos hijos pequeños. La pareja estaba acusada de formar parte del Estado Islámico de Irak y Levante (Daesh por sus siglas en árabe e Isis en inglés).
Por el momento es el único caso con condena firme. En 2020 fue sentenciado por la Audiencia Nacional a siete años de prisión por financiación del terrorismo, aunque tanto él como su mujer fueron absueltos por integración en organización terrorista. El fallo estimó probado que en 2015 hizo cuatro envíos de dinero a un ciudadano estadounidense de origen egipcio, quien residía en Baltimore, para financiar un atentado en ese país, así como un abono por una falsa compra de equipos. El receptor fue detenido en diciembre de ese año por el FBI. En un acuerdo para su condena reconoció que había recibido fondos del residente en Mérida para realizar un atentado en suelo norteamericano. Un mes después tuvo lugar el registro y detención en la capital extremeña.
Además, distintas localidades de la región han aparecido como posibles lugares de atentados terroristas en el material incautado a células yihadistas. Tras el atentado que tuvo lugar en las Ramblas de Barcelona en el verano de 2017, el análisis de los ordenadores que fueron incautados a los detenidos por esos hechos descubrió que se habían realizado búsquedas sobre posibles objetivos, como la Audiencia Nacional, la tomatina de Buñol y la Alhambra de Granada. También apareció información sobre Mérida y Almaraz.
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