El SES regulará la figura del sanitario centinela, los vigilantes de los virus

Lo está tramitando de modo urgente, y en él se recoge que el objetivo es «detectar, identificar y controlar los acontecimientos que supongan una pérdida, o un riesgo potencial de pérdida, del estado de salud de la población, tanto por su impacto como por su capacidad de difusión». De esto se ocupa la Red de vigilancia epidemiológica de Extremadura, que al igual que las del resto de autonomías, se integrará próximamente en la Red Estatal de Vigilancia en Salud Pública.

La creación de este último organismo se acordó en la llamada Declaración de Zaragoza, firmada en marzo del año pasado y en la que distintas entidades relacionadas con la salud pública española se comprometían a que ese nuevo recurso para la vigilancia de los virus fuera una realidad en el primer trimestre de este año. Esto justifica la urgencia en la tramitación del proyecto de decreto que ordena la figura del sanitario centinela en la región.

«La vigilancia centinela –sitúa el texto elaborado por la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales– es la forma recomendada para determinar la evolución de la transmisión de una enfermedad que se está produciendo en un territorio y cuáles son las características de circulación de un determinado agente». «Para ello –sigue–, es fundamental la participación de profesionales de atención primaria en sus diversas funciones: medicina de familia, enfermería de familia, pediatría de atención primaria, enfermería de pediatría en atención primaria u otras profesionales sanitarias en el ámbito de la atención primaria, así como profesionales del ámbito hospitalario».

Extremadura dispone desde hace años de un sistema de vigilancia de la gripe, que en diciembre de 2021, ya con la covid, extendió sus competencias y empezó a ocuparse de todas las enfermedades respiratorias. A día de hoy, la comunidad autónoma tiene en Atención Primaria 49 puntos de notificación centinelas, que implican a 42 médicos de familia, siete pediatras y 24 enfermeras de atención familiar y comunitaria y pediatría. En total, 73 profesionales.

A ellos hay que añadir los que trabajan en los servicios de Medicina Preventiva y los laboratorios de Microbiología de los complejos hospitalarios universitarios de Badajoz y Cáceres.

Entre todos integran el dispositivo extremeño que vigila los virus, un sistema en el que los sanitarios centinelas son básicos. Su tarea «es fundamental para el adecuado funcionamiento de la Red de vigilancia de salud pública de Extremadura», expone en proyecto de decreto, que menciona «la importancia de garantizarle las condiciones necesarias para desarrollar su labor, así como facilitar su formación priorizando actividades formativas vinculadas a su actividad».

Entre sus funciones están registrar los casos de infecciones respiratorias, actualizar la información sobre ellos, seleccionar los que resultan especialmente valiosos para tomarles muestras, recoger toda la información sobre estas últimas, así como conservarlas, enviarlas a los laboratorios de referencia y hacer el seguimiento de los resultados. También informar sobre su trabajo en sesiones clínicas, ocuparse de que no falten los recursos materiales que el sistema precisa para funcionar bien, y formarse.