Secciones
Servicios
Destacamos
A. B. Hernández
Martes, 22 de abril 2025, 19:34
No ha sido la manifestación multitudinaria que estaba prevista y que explica el que una veintena de policías nacionales y locales hayan custodiado la Plaza ... Mayor de Plasencia esta tarde. La concentración convocada por los padres de Camelia apenas ha contado con media docena de personas, todos familiares de la pequeña que falleció en el tiroteo de San Lázaro.
Con pancarta en mano han recorrido la plaza y reclamado justicia para la niña. «Pedimos que los responsables de su muerte, los Loletes, no salgan de la cárcel», ha dicho Iván Montaño, el padre de Camelia. «Si salen va a haber más muertes y no queremos que lo ocurrido a la niña se repita», ha agregado el tío de Iván, Ramón Montaño.
La familia de la menor mantiene que la investigación policial y las pruebas logradas hasta el momento indican que «los Hilarios fueron a San Lázaro a zanjar el conflicto con los Loletes», que había provocado una pelea anterior entre los dos clanes en un club de alterne. «Fueron a darles 15.000 euros para resolverlo, pero se encontraron con que no querían, comenzaron a disparar y mataron a mi niña porque la matriarca del clan quería sangre por sangre».
«Estamos rotos de dolor, pero hoy queremos estar aquí para pedir justicia, para que los jueces no saquen a los Loletes de la cárcel, porque si no van a volver y va a haber más muertes, van a venir a hacerme daño», dice también el padre de Camelia.
En una concentración que ha transcurrido sin ninguna incidencia, con muchos más policías, medios de comunicación y público que participantes en la concentración, los familiares de la niña han insistido en que la bala que la mató no salió de ninguna de la armas entregadas por los detenidos de San Lázaro a la Policía Nacional, por los seis vecinos del barrio del clan de los Loletes a los que el juez envió a la cárcel y que investiga por cuatro delitos de homicidio en grado de tentativa por disparar a los Hilarios y un delito de homicidio imprudente por la muerte de la menor de dos años, así como por los presuntos delitos de riña tumultuaria, amenazas, tenencia ilícita de armas y lesiones por las heridas causadas a la joven.
Al igual que el abuelo de Camelia, su padre mantiene que fue una bala de 9mm la que atravesó la cabeza de su hija y acabó con su vida, y que no fue disparada por ninguna de las armas entregadas a la policía, sino por una pistola Colt que no se ha encontrado.
La situación de los seis miembros del clan de los Loletes nada tiene que ver con la de los cinco de los Hilarios, implicados también el tiroteo y detenidos por ello. Tras tomarles declaración el juez les dejó en libertad provisional y les investiga solo por los presuntos delitos de riña tumultuaria, amenazas y tenencia ilícita de armas.
No obstante, para aclarar lo ocurrido la madrugada del 30 de marzo en el barrio placentino aún quedan por conocerse los resultados de la prueba de parafina practicada a los 11 detenidos, para determinar quiénes dispararon, y el estudio de balística sobre las múltiples vainas halladas a lo largo de la calle Calzada de San Lázaro, para concretar de qué arma salió la bala perdida que acabó con la vida de Camelia.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.