«Ha habido un repunte brusco de alergia en Extremadura; otros años ha sido más paulatino»
La farmacéutica Matilde Torres Muñoz asegura que el cambio se ha producido hace una semana, con registros de polen muy elevados
La alergia ha llegado de repente y está siendo muy intensa en Extremadura. Eso es lo que están observando en las farmacias de la ... región, establecimientos que ven de cada día cómo está siendo la temporada por los pacientes que no paran de entrar en sus boticas para aliviar los síntomas. «Hemos pasado del invierno duro a una temperatura bastante alta, con niveles de polen muy elevados. El repunte de la alergia ha sido muy brusco y otros años más paulatino», afirma la farmacéutica cacereña Matilde Torres Muñoz, que ha notado el cambio hace una semana.
Del picor de ojos y nariz al moqueo y lagrimeo, pasando por estornudos, tos seca, falta de aire u opresión en el pecho. Con esos síntomas llegan los alérgicos buscando alivio a las boticas.
En algunos casos «la confunden con el catarro», afirma Matilde. Los síntomas son muy similares. La alergia se caracteriza por un goteo nasal líquido y constante y el resfriado suele venir acompañado de una mucosidad densa difícil de expulsar. Asimismo, los alérgicos estacionales no tienen fiebre. Además, un resfriado puede durar entre tres y diez días y las alergias varias semanas.
230.000 Alérgicos
Entre un 20% y un 22% de la población de esta comunidad autónoma está afectada por las alergias ambientales. En la mayoría de los casos s por el polen de las gramíneas, el olivo y el plátano de sombra.
Entre un 20% y un 22% de la población de esta comunidad está afectada por las alergias ambientales, lo que supone unos 230.000 extremeños.
Muchos de ellos están tirando estos días de mascarilla. «Con ella puedan respirar mejor sobre todo aquellas personas que están más afectadas en vías respiratorias», indica Torres mientras dispensa un antihistamínico, un producto que en estas jornadas no para de vender.
En cuanto a los tratamientos, según explica el médico especialista en Alergología Irán Sánchez, se pueden dividir en aquellos que tratan solo los síntomas con un antihistamínico, un spray nasal o un colirio, y por otro, las vacunas, que pretenden llegar a la causa de la enfermedad. «En ese caso hablamos de intentar curar al paciente, pero pero no todos pueden ser candidatos a ella», afirma Sánchez.
Esa opción está destinada a quienes padecen una rinoconjuntivitis alérgica persistente, es decir, a aquellos que tienen síntomas diarios durante al menos cuatro semanas, no mejoran con la medicación y todo ello podría atribuirse al desarrollo de asma.
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