Las personas con mayor riesgo: hombre, mayor de 50 y con órgano trasplantado

Un riesgo que, subraya Juan Antonio Linares, «obviamente se incrementa para cualquier persona que tenga enfermedades crónicas o enfermedades del sistema respiratorio».

Por especificar aún más, los factores de riesgo para contraer un tipo más grave de la enfermedad incluyen afecciones que debiliten el sistema inmunitario, tales como el SIDA, haber recibido un trasplante de órganos y recibido quimioterapia reciente.

También aumenta ese riesgo tener una edad avanzada o, por el contrario, una muy temprana. Y, en el caso de las mujeres, estar embarazada. En este sentido, es posible también que una madre infectada le transmita el virus del Nilo Occidental a su hijo por medio de la leche materna.

Afina el subdirector de Epidemiología del Servicio Extremeño de Salud que el virus del Nilo también se puede diseminar por medio de las transfusiones de sangre.

Por eso, en estas fechas (finales de primavera y esta inicios del otoño), cuando se producen donaciones, en el cribado que se realiza al donante de sangre se puede detectar la posible infección de este virus. «De hecho, cinco de los trece afectados notificados el año pasado en la región fueron detectados gracias a esos análisis en la donación de sangre», subraya.

Ese cribado de la sangre se circunscribe por parte de la Administración extremeña a los meses del verano o de inicio de temperaturas cálidas y hasta el mes de octubre.