Los pediatras del SES previenen la adicción a las pantallas en bebés a partir de los dos meses
Los médicos extremeños incorporan ya, en las primeras revisiones de los niños, consejos y preguntas sobre el preocupante uso del móvil
Un grupo de padres toman un refresco en una terraza al lado de un céntrico parque infantil de Cáceres. Y lo hacen mientras sus bebés ... de apenas un año, sentados en el carrito, están absortos ante un móvil. Esa es una imagen que se produce diariamente. Para comer, dormir, jugar... Para todo, pantallas.
Y eso es lo que ha provocado que los pediatras empiecen a tomar cartas en el asunto por el bien de los pequeños. Los médicos extremeños ya incorporan en las primeras revisiones de los niños consejos a los padres sobre el preocupante uso del móvil.
Si antes los progenitores recibían una hoja con recomendaciones relacionadas con el sueño, la alimentación, la evolución motriz y cognitiva y la seguridad en los primeros años de vida, ahora también reciben pautas con el objetivo de evitar adicciones a los móviles desde que son bebés.
«Evite la exposición a pantallas», dice literalmente la guía que los pediatras entregan a los progenitores en el control de salud de los dos meses. La Sociedad de Pediatría de Atención Primaria de Extremadura la ha actualizado en este 2024 y ante el creciente uso de los dispositivos ha incluido este consejo. El anterior Programa de Salud Infantil y del Adolescente empezaba a aludir a esta cuestión a partir de los seis años.
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Lo confirma Cecilia Matilde Gómez Málaga, vocal de Extremadura de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria. «Desde que son bebés ya intentamos que se evite la exposición a las pantallas. A los seis meses ya preguntamos qué acceso tienen a ellas. Indicamos que es mucho más importante la estimulación con juegos, el tiempo al aire libre o canciones. Por su puesto no deben comer con dispositivos móviles, televisión o tablets», afirma Gómez Málaga, que también incide en que la última revisión de la edad pediátrica es la más incisiva en este aspecto.
«Entre los 10 y los 14 años se insiste muchísimo en su tiempo de ocio o en las alteraciones del sueño que pueden provocar las pantallas, por ejemplo. Les indicamos que no usen dispositivos de retroiluminación dos horas antes de acostarse», indica la pediatra. «A esa edad les decimos que no deben dedicarle más de dos horas al día a la televisión o el ordenador, además de que hay que utilizar el control parental en los dispositivos», añade la pediatra antes de aludir documento denominado 'Plan digital familiar' de la Asociación Española de Pediatría.
Uso de pantallas por edad
Este detalla que de cero a dos años se debe evitar el uso de pantallas y, de tres a cinco, tiene que ser acompañado por un adulto y menos de una hora al día de programación educativa. En esta edad, el uso de dispositivos como medio de distracción condiciona alteraciones de conducta y aislamiento, apunta la guía. Hay que evitar lo que los pediatras denominan «dispositivos cuidadores».
Para niños de seis a nueve años, la recomendación es que «los padres y cuidadores trabajen con sus hijos para determinar los dispositivos que usan, el contenido que consumen y las personas con las que se conectan en línea. «Las pantallas deben usarse con moderación, con un propósito y en equilibrio con el tiempo dedicado a una variedad de actividades fuera de la pantalla», añade.
Asimismo, la guía indica recomendaciones sobre usos que ya se han convertido en la cotidianeidad. «Evitar los soportes de pantallas para el carrito o para el coche, pues aumenta el tiempo de uso y les impide ser conscientes del entorno que les rodea», especifica.
Casos en consulta
Y es que según los expertos, la mayoría de las familias caen en este tipo de errores. «Ya antes de la pandemia empezamos a darle importancia a este asunto, pero después hemos observado un incremento del uso de pantallas alarmante», comenta Gómez Málaga, que incluso ha derivado a niños a Salud Mental por este motivo.
«Hemos tenido a padres agobiados que ya no saben qué hacer o niños con alteración del comportamiento que pasan muchas horas en la pantalla y cuando se la quitan se ponen como furias», indica Cecilia, que detalla que las adicciones suelen aparecer sobre todo en la adolescencia, en torno a los 12 y 13 años.
Pero todo empieza mucho antes. «Nos encontramos con niños de un año que para tranquilizarlos les ponen pantallas. Se las dan para comer o cuando están llorando. Hay niños de ocho años que incluso entran en la consulta manejando el móvil. Otros no duermen porque se quedan por la noche viendo dispositivos. Hay padres que no saben ni las horas que sus hijos pasan delante de las pantallas», lamenta la pediatra, que asegura que ha notado un incremento del uso en los últimos años.
«Hay muchos padres que no son conscientes del peligro que esto supone», apunta Gómez Málaga. «El mal uso del mundo digital afecta a la salud física, mental, sexual y social. Además, en la infancia y adolescencia también afecta al neurodesarrollo y el aprendizaje», coinciden los expertos.
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