La ministra de Sanidad pone de ejemplo a Extremadura por el número de plazas en Atención Primaria

Así lo ha anunciado la ministra de Sanidad, Mónica García, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS). Con respecto a la revisión de los criterios de acreditación de la especialidad, García ha asegurado que se realizará «siempre velando por la calidad de la formación de los profesionales». Por ello, ha anunciado que, a lo largo de la próxima semana, se pondrá en marcha un grupo de trabajo al respecto.

Más allá de la calidad, la ministra ha afirmado que se revisarán los programas formativos, incluyendo, por ejemplo, más presencia de las áreas rurales, ya que «el desconocimiento hace que haya cierto rechazo».

«Hay una demanda no solamente del programa formativo, sino también dentro de las facultades de medicina, de entender, comprender y rotar más por áreas rurales, por ejemplo, y al final muchos de estos residentes van a acabar trabajando en estas áreas», ha explicado.

También se va a evaluar la tutorización dentro de esos programas formativos, ya que este ejercicio no lo llevan a cabo solamente los tutores, sino que lo hacen también el resto de profesionales.

En definitiva, ha avanzado que se revisará «caso por caso» dónde se pueden incrementar esas plazas, siempre y cuando no se disminuya la formación y la calidad de los profesionales.

Preguntada sobre cuántas plazas se estima aumentar con esta revisión, García ha señalado que, «básicamente, las que pongan las comunidades autónomas». «La labor de acreditar las plazas de AP tiene que ver con la capacidad de cada uno de los sistemas sanitarios de poder hacerlo. Vamos a reevaluar los criterios y ver si somos capaces de adaptarlos a determinadas situaciones, como la atención rural», ha manifestado.

En este sentido, García ha llamado a «aprender» de las comunidades que «han hecho un esfuerzo» por acreditar más plazas. «Podemos aprender de comunidades como Extremadura o como Castilla y León, que tienen una ratio de acreditación por 100.000 habitantes y que a veces duplica la de otras comunidades», ha especificado.

De hecho, ha explicado que, si todas las comunidades que están por debajo de la media de la acreditación se ponen a la media, solo quedarían unas 70 plazas de Atención Primaria de las mil más que se demandaban en el año 2018.

Sin embargo, la ministra ha aclarado que, aunque el Ministerio «siempre estará dispuesto» a que las CCAA puedan acreditar y tener más plazas, «hay agujeros que tapar que tienen que ver con la fuga de los profesionales».

De hecho, según García, un 9 por ciento de los especialistas de Atención Primaria se van durante su formación y entre un 50 y un 90 por ciento después de acabar la residencia.

Por ello, ha instado a hacer «muchas medidas a la vez» que hagan «atractiva y convivible» la especialidad y que haga que los profesionales sientan que «su vocación está realizada en su puesto de trabajo». «Ver 60 pacientes al día es una trituradora de vocaciones», ha zanjado García, para continuar diciendo que, en este campo, «la competencia, igual que la gobernanza, es compartida».

En cuanto al Registro Estatal de Profesionales, la ministra ha recordado que es «un compromiso que se adquirió hace mucho tiempo». «Solo falta incorporar un 30 por ciento de los profesionales porque ya hay incorporado a ese registro un 70 por ciento», ha afirmado, aunque ha reconocido que «con bastante disparidad entre unas comunidades y otras».

El objetivo es «poder entender y saber» dónde están los profesionales y cuántos son en todas las comunidades. «Hemos invitado a las CCAA a que ese registro se complete al 100 por ciento, para que podamos ver entre todos dónde están nuestros profesionales y cuáles son las necesidades», ha detallado.

Igualmente, García ha insistido en que las medidas concretas para mejorar las condiciones de trabajo de los médicos son competencias de las CCAA. Sin embargo, ha ejemplificado que hay ocho CCAA que han puesto medidas para fidelizar y retener el talento, ofreciendo contratos de más de dos años o fijos a médicos que acaban de finalizar su residencia.

«Yo creo que esto es una cosa que se podría extender. Que cuando termine un residente, se le hagan contratos estables y contratos fijos de más de dos años como mínimo», ha reflexionado García.

Por otro lado, ha recordado que «son los propios profesionales» los que llevan diciendo «desde hace muchos años» cómo mejorar su día a día. «Tiene que ver con la desburocratización, tiene que ver con la digitalización, tiene que ver con la gestión de agendas y tiene que ver también con la gestión de demanda y con la propia organización de las competencias y los roles dentro de los propios equipos», ha dicho.

Si bien ha afirmado que se ha hablado de todo ello durante su encuentro con las comunidades, también ha reconocido que «todo está pendiente», insistiendo en que, desde el Ministerio, se ofrecen a ayudar y apoyar a las CCAA en las medidas que estimen necesarias para mejorar estas condiciones.

«La verdadera moneda de la AP se llama tiempo. Necesitamos que los profesionales y la Atención Primaria tengan tiempo para que haya citas en centros de salud en menos de 48 horas, tiempo para que las consultas sean largas, sean pausadas, sean reflexivas», ha añadido García.

Por ello, ha insistido en «atajar» la sobrecarga de trabajo, la burocracia, el escaso desarrollo profesional, la falta de reconocimiento, las consultas de 60 pacientes «o también los contratos precarios». «No sirve intentar generar profesionales en un entorno de trabajo en el que se está expulsando el talento», ha zanjado.

Finalmente, la ministra ha definido la reunión como «un diálogo muy fructífero» en el que ha habido «un compromiso de trabajo conjunto para consolidar la AP como una piedra angular del SNS».