La lluvia de estrellas inunda el cielo extremeño

Después de darle muerte, la que había sido su gran protectora, Atenea, la diosa de la guerra y la sabiduría, entre otras cosas, lo subió a los cielos y lo convirtió en una constelación.

Las perseidas también son conocidas como las lágrimas de San Lorenzo, en honor al llanto de este santo durante su martirio en la hoguera un 10 de agosto del año 258.

Cada año, desde el 17 de julio al 24 de agosto, esta lluvia de meteoros está activa, aunque la probabilidad de ver meteoros se va incrementando diariamente hasta llegar a su punto álgido. Según qué año, varía entre el 11 y 13 de agosto.

Según la IMO (Organización Internacional de Meteoritos, por sus siglas en inglés), en 2021 su máxima intensidad llega en la madrugada del 11 al 12 de agosto. A partir de este momento su intensidad va disminuyendo.

Esta lluvia de estrellas es un fenómeno astronómico que se observa cada verano como consecuencia de la entrada de cuerpos celestes en la atmósfera terrestre.

José Luis Quiñones, fundador de 'Entre Encinas y Estrellas', una empresa de astroturismo en Extremadura, y coordinador de 'Extremadura, buenas noches', un programa de turismo astronómico que organiza actividades para ver este fenómeno, explica que se produce debido a la estela de partículas que deja el cometa 'Swift Tuttle', que orbita el Sol cada 130 años.

«Cuando se acerca, deja a su paso una alfombra de polvo, trozos de cometa. La Tierra, debido al movimiento de traslación, cruza esa estela y atrae estas partículas por la fuerza de la gravedad, y en su contacto con la atmósfera se queman y al desintegrarse se convierten en estrellas fugaces –cuenta Quiñones–. Debido al movimiento del planeta, este fenómeno se da todos los años en la misma época».

El 9 de agosto en la finca La Cocosa, situada entre Badajoz y Valverde de Leganés, hubo una actividad organizada por 'Extremadura, buenas noches' para ver esta lluvia de estrellas.

Quiñones estuvo presente y relata que fue fantástico, todos disfrutaron mucho. «Asistió mucha gente, fue bonito ver a cuatro o cinco generaciones diferentes disfrutar durante dos horas y media del espectáculo astronómico. La noche estuvo despejada y se veía el cielo fenomenal», relata el coordinador.

Además, tenían una pantalla en la que observaban galaxias con la ayuda de un telescopio, y que acompañaban con música en directo y leyendas mitológicas para interpretar el firmamento. Sin embargo, explica que para observar las perseidas no hace falta nada, solo unos ojos bien enfocados.

«Las perseidas ocupan todo el cielo, son ráfagas que se mueven en cualquier dirección, vienen del este y llegan al oeste. Alcanzan una velocidad de 200.00 kilómetros por hora, por lo que tratar de captarlas con un telescopio o unos prismáticos es imposible», afirma Quiñones.

El coordinador, con su programa 'Extremadura, buenas noches', que organiza concentraciones en esos lugares para ver el espectáculo astronómico, estuvo el miércoles en Arroyo de la Luz y ayer en Guijo de Granadilla. Además, mañana se moverá hasta el Fuerte de San Cristóbal en Badajoz que, por quinto año consecutivo y dentro del ámbito del Turismo de Emociones, del programa 'Badajoz, la Ciudad Encendida', rinde homenaje a las lágrimas de San Lorenzo.

Según el cosmólogo extremeño, Jonás Chaves-Montero, las noches del 11, 12 y 13 de agosto son las más idóneas para observar este fenómeno, y recomienda sobre todo alejarse de los cascos urbanos.

Estos cuentan con más contaminación lumínica que otras zonas, lo que dificulta la observación del cielo estrellado, pero con tan solo desplazarse unos kilómetros del núcleo urbano se puede disfrutar de la lluvia de estrellas.