La Junta incorpora 428 plazas más y suma 1.775 en la nueva convocatoria de teletrabajo

La oferta de ese primer año se cerró en 400 plazas. En la que se acaba de lanzar este mes de febrero el número asciende hasta las 1.775, que son 428 más que las encuadradas en la convocatoria de 2023. El objetivo en todos los casos sigue siendo el mismo, «continuar la senda de implantación del teletrabajo en la Administración de la comunidad autónoma de Extremadura y contribuir a su modernización, favoreciendo la conciliación de la vida profesional, personal y familiar a través de la flexibilidad para realizar el trabajo desde el domicilio, todo ello sin disminución de la dedicación y de la calidad del mismo», se recoge en la resolución de la Consejería de Hacienda publicada en el Diario Oficial de Extremadura (DOE).

Las consejerías de Economía y Agricultura, con 352 y 280 plazas respectivamente, son las que más puestos susceptibles de teletrabajo suman a la oferta global de la Junta, seguidas de Salud (271), Infraestructuras (251) y Hacienda (250). En el otro lado se sitúan Interior y Gestión Forestal, con 50 cada una, y Presidencia, con 30.

Pero en líneas generales cada uno de los departamentos de la administración autonómica suma nuevas plazas de teletrabajo para continuar impulsando una modalidad laboral a la que ha contribuido de manera decidida la implantación de nuevas herramientas informáticas. De hecho, destaca la Junta, «el camino iniciado por esta administración para facilitar a los empleados públicos el desempeño de su trabajo, con independencia del lugar desde el que se lleve a cabo, ha propiciado la dotación de medios tecnológicos de forma progresiva, atendiendo a criterios priorizados y de disponibilidad presupuestaria».

La nueva convocatoria fue publicada el pasado día 5 y los empleados públicos que quieran optar al teletrabajo tienen diez días para solicitarlo. Podrán optar a esta modalidad laboral, que combina la presencialidad con el trabajo desde casa, aquellos que estén en situación de servicio activo, hayan desempeñado el puesto de trabajo para el que se solicita el teletrabajo durante al menos un año y ser titular u ocupante de un puesto de trabajo susceptible de ser prestado de modo no presencial.

Este requisito, recoge la resolución de Hacienda, excluye los puestos en oficinas de registro y atención e información a la ciudadanía, puestos con funciones de dirección, coordinación y supervisión –aunque hay excepciones–, plazas de naturaleza eventual y de libre designación.

Quienes logren una plaza de teletrabajo contarán con una jornada laboral que se distribuirá, por regla general, en tres días de trabajo no presencial y dos presenciales, durante un periodo de un año, aunque «la adhesión al teletrabajo será voluntaria y reversible en cualquier momento a petición de la persona teletrabajadora». El empleado y sus superiores deberán pactar el horario laboral en los tres días de teletrabajo, con una franja de disponibilidad obligatoria de hasta el 70% de la jornada.

Cuando concurran en un mismo centro, servicio o unidad administrativa solicitantes que ya hubieran disfrutado del teletrabajo en la convocatoria inmediatamente anterior con solicitantes que no hubieran disfrutado del mismo en la citada convocatoria, «estos últimos gozarán de preferencia para ser autorizados como personas teletrabajadoras con respecto a aquellos que lo hubieren disfrutado en la convocatoria inmediatamente anterior».

Y en caso de que el número de solicitantes sea superior al de los puestos susceptibles de teletrabajo en el departamento de turno, se aplicarán diferentes criterios de baremación para determinar qué empleado público ocupará la plaza.

Según recoge la resolución publicada en el DOE, en el proceso de baremación, entre otros criterios, se valorará tener hijos menores de edad, con más puntuación en el caso de que presenten discapacidad, así como familiares con discapacidad reconocida, ser familia monoparental y la distancia del domicilio al centro de trabajo.

En caso de igualdad en la puntuación total entre las personas solicitantes se desempatará, sucesivamente, con la puntuación más alta obtenida en los diferentes criterios. Si persiste, se preferirá a la persona con más antigüedad en el puesto de trabajo y, en último lugar, se resolverá por sorteo público.

Criterios que, no obstante, al igual que los plazos establecidos en la convocatoria, no se aplicarán en el caso de las empleadas públicas en periodo de gestación, las que acrediten su condición de víctima de violencia de género y los trabajadores para los que fuera adecuada la prestación del servicio a través de teletrabajo por motivos de salud, según se recoge también en las bases de la convocatoria.

Aunque el número de plazas que la centran este año asciende a 1.775, la mayor oferta de las realizadas hasta la fecha por la Junta en la región, cabe destacar que el número de empleados públicos que están en la actualidad en teletrabajo en Extremadura son 1.833.

La Consejería de Hacienda aclara al respecto que este desfase en los datos se debe a que la administración saca un número mínimo de plazas susceptibles de teletrabajo, «de tal modo que se puede ampliar si hay más solicitudes y se cumple con las condiciones para solicitarlo». Es el motivo por el que aunque fueron 1.347 las plazas de teletrabajo que se ofertaron el pasado año, finalmente el número de empleados públicos que están combinando la modalidad presencial con la no presencial se sitúa en 1.833 según los últimos datos facilitados por Hacienda.