Ana Rosa Alegre, ingenio y humor con acento extremeño
Estudió Biblioteconomía en la UEx, pero su vocación siempre fue ser actriz cómica y prepara monólogos sobre todo lo que le pasa
Empezó (y terminó) la carrera de Biblioteconomía «porque me gusta leer y ver las cosas ordenadas, pero a mí lo que me va es otra ... cosa», confiesa Ana Rosa Alegre (Badajoz, 1981), actriz de formación y cómica de profesión.
De hecho, durante sus estudios universitarios no paró de hacer cursos en Badajoz. «Hacía teatro en la sala Tragaluz; iba a cursos con Meme Tabares y también a talleres, muchos con Elena López de Haro de improvisación y también de movimiento y expresión corporal. He hecho cursos de canto, técnicas circenses, escritura dramática con Miguel Murillo, de cámara con Irene Cardona... todo menos Biblioteconomía», cuenta.
Y al explicar ese viraje vocacional reconoce que sus padres se inquietaron al principio, pero la terminaron entendiendo y apoyando.
Hasta que se instaló en Madrid en 2017, Ana Rosa Alegre ha hecho, entre otras cosas, de reportera para un programa de cocina y de vendedora en El Corte Inglés. Esto último le dio material suficiente para hilar su primer monólogo en 2005, titulado 'Dicen que es una secta, pero todos tenemos tarjeta de compra'. «Se ponía de manifiesto –recuerda– que algunas clientas son muy pesadas y también que las dependientas acabamos de ellas hasta el moño. En realidad fue un texto para la prueba de una escuela de arte dramático y el tema era libre. Era cuando el 'boom' de la Paramount y el Club de la Comedia. Había muy pocas mujeres haciendo monólogos y aquel ejercicio a Eugenio Amaya (Arán Dramática), que lo conocía de hacer la obra 'Los Cañones', le gustó y por eso hice gira».
De sus trabajos, pero también de su vida personal, la actriz extremeña extrae material para hacer comedia. «Se puede sacar de todos lados, pero lo mejor es reírse de las cosas dramáticas que te pasan, por ejemplo mi separación tras doce años de relación». De ahí nació 'Súper agujero negro', estrenado en el Festival de Teatro Contemporáneo de Badajoz en 2021, aunque antes hizo cosas en el ámbito de la comedia impensables hasta hace poco, como ser contratada para animar con sus monólogos una fiesta de jubilación de un empleado. «¡Había más de 200 invitados y todo fue por videoconferencia porque estábamos confinados!», explica.
Le encanta la improvisación
La actriz ha visto cómo ha evolucionado la comedia en España en todos estos años, desde las clásicas parejas de humoristas como Martes y Trece a los monólogos con banqueta y micro como única barrera. Ahora han surgido quienes interactúan con el público usando sus respuestas para hacer chistes – «ese formato a mí no me va, alguna vez me ha puesto en algún aprieto», reconoce–. Por otro lado, sabe que han proliferado los podcast y, sobre todo, el número de mujeres en este género artístico, aunque ella no lleva bien un comentario que escucha a menudo. «Odio cuando me dicen que para ser mujer soy muy graciosa», afirma.
Admira a Ignatius Farray y dice que últimamente se ríe mucho con Facu Díaz y Miguel Maldonado, por lo que ha empezado a seguir la actualidad política consciente de que empieza a ser otro filón para hacer humor. Pero si hay una disciplina que a la extremeña le fascina es la improvisación. En este campo cita con devoción a su maestra Ana Puerta.
«He estado en la escuela Jamming y canal Jamms. El teatro de improvisación es una pasada, lo contrario a los monólogos. Empecé de casualidad, y ahora va a ser el tercer año que voy a campamentos de improvisación en Granada. Me he dado cuenta de que esto es algo que se puede entrenar. Hay que tener una base, pero luego desarrollas esa rapidez mental. Es como hacer una obra de teatro sin guion, solo con los 'inputs' del público. Existe la 'impro' deportiva, que son juegos, con escenas cortas de 3 o 4 minutos; y los formatos largos, que son piezas como de una hora. Yo monté una sobre dos personas desconocidas que se encuentran en un tren. No necesariamente tiene que ser comedia, lo que sí es es una obra irrepetible», explica sobre la modalidad de teatro que más le motiva ahora.
Pero el monólogo que tiene en cartel es 'Supernova', estrenada en febrero de este año en la sala Nuevo Montacargas, en Madrid. «Es una crítica a mensajes del fin del mundo, el Chat GPT y cosas que se oyen hoy día. Critico también a las denominadas personas conscientes, ¿eso es que los demás somos tontos, inconscientes?», se pregunta con humor.
Además, en este texto no pasa por alto sus orígenes, como quedó patente en su último show el pasado 3 de mayo en la Sala Off de Badajoz (en San Roque), donde relata algunas desventuras en Madrid de alguien como ella recién llegada de Extremadura. No hay más que seguirla en redes para comprobar que mantiene su acento, lo que en ocasiones hace que la confundan con una andaluza. De esto también tiene texto y lo defiende en el escenario poniendo en valor lo suyo y a ser posible sacándole unas carcajadas al público.
Algunos datos
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Estudios Fue al colegio Santo Ángel, en Badajoz, y luego al IES San Roque. Estudió Biblioteconomía y Documentación en la Universidad de Extremadura.
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Familia Nació en 1981 y es la mayor de tres hermanas. Una de ellas, Desiré, también es actriz. La otra, Angélica, estudió Bellas Artes y ha acompañado a su hermana mayor muchas veces.
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Proyectos Reside en Madrid desde 2017 y en la actualidad tiene en marcha el monólogo titulado 'Supernova'. A la vez está perfilando otro que, provisionalmente, se titula 'Hago un esfuerzo'. Además, este verano presentará el Festival Ibérico de Cine en Badajoz, del 8 al 14 de julio.
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