El 'hilario' fugado de Valladolid es trasladado a la prisión de Murcia
Ángel Benito cumplirá la condena en régimen de primer grado, que es el más estricto y restrictivo del sistema penitenciario
Ana B. Hernández
Sábado, 18 de octubre 2025, 14:17
Ángel Benito Moreno, el jefe del clan de los Hilarios de Plasencia que se fugó de una cárcel de Valladolid, ha sido trasladado a ... la prisión Murcia I para cumplir, en régimen de primer grado, la condena que le resta.
El narco placentino cumplía 28 años de cárcel por blanqueo de capitales, delitos contra la salud pública y falsedad documental cuando el pasado febrero logró burlar las medidas de seguridad de la prisión de Villanubla. Escapó oculto dentro del petate de otro recluso, sin ser registrado, mientras tres compañeros suyos eran puestos en libertad.
Después de ocho meses de fuga, fue localizado y detenido el pasado 30 de septiembre. Fueron agentes de la Policía Nacional de la Comisaría de Plasencia y de la Comisaría General de Policía Judicial de Madrid quienes procedieron a su arresto, después de varias semanas de vigilancias y seguimientos a personas de Plasencia, «algunos de ellos familiares del fugado, de los que se sospechaba pudieran estarle ayudando a eludir la acción de la justicia», indicó en nota de prensa la Policía Nacional.
El detenido había quedado en un restaurante de Casarrubios del Monte –una localidad toledana de unos 7.000 habitantes– con varias personas y, una vez que los agentes comprobaron que se trataba del fugado, se procedió a su inmediata detención.
Fue llevado en un primer momento entonces a la cárcel de Cáceres, pero Ángel Benito ha sido trasladado ya a la prisión Murcia I, en la que se puede cumplir el régimen de primer grado, que se le ha aplicado al preso placentino para impedir que vuelva a protagonizar otra fuga de película como la que llevó a cabo en la cárcel vallisoletana.
Es el motivo por el que cumplirá la pena en primer grado, también conocido como régimen cerrado y que es el más estricto y restrictivo del sistema penitenciario español.
El régimen se basa en un control y vigilancia exhaustivos. El aislamiento es mayor que en otros grados, con un estricto control de movimientos, comunicaciones y horarios. La vida en el departamento de régimen cerrado transcurre en gran medida dentro de la celda y las salidas a espacios comunes son limitadas y están controladas. De la misma manera, la participación en actividades ocupacionales, educativas y deportivas es igualmente limitada en comparación con el régimen ordinario (segundo grado) o el abierto (tercer grado).
En cuanto a las comunicaciones con el exterior, tanto vis a vis como por otros medios, están más restringidas y supervisadas en un régimen penitenciario cerrado que se aplica a los presos fugados, puesto que la fuga constituye un delito de quebrantamiento de condena.
Especial seguimiento
Además de cumplir la pena en un régimen estricto de control, algunos internos en primer grado pueden ser incluidos en los denominados Ficheros de Internos de Especial Seguimiento (FIES), lo que implica una vigilancia aún mayor.
Es el caso también de Ángel Benito Moreno. Ha sido incluido en los FIES para reforzar todavía más la vigilancia sobre él.
Tras su detención y la de su sobrino Hilarín, el hermano de este último, también llamado Ángel, es el único de los cabecillas del clan placentino que sigue en paradero desconocido.
Ambos hermanos fueron dos de los tres miembros del clan de los Hilarios que participaron en el tiroteo de Plasencia el pasado 30 marzo, en el que falleció una niña de dos años a consecuencia de una bala perdida.
Los dos, Hilarín y Ángel, declararon en sede judicial por estos hechos el pasado 1 de abril, junto a los otros nueve detenidos. Aunque el juez decretó libertad provisional para ellos, Ángel Benito no regresó tras prestar declaración al Centro de Inserción Social (CIS) de Cáceres, donde cumplía el tercer grado por una condena previa de 20 años por tráfico de droga. Desde entonces pesa sobre él una orden de busca y captura.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión