El fin de los programas Life amenaza el medio natural en la región
Desde 1992 han traído millones de euros a Extremadura y en 2027 se sustituirán por otro marco financiero del que no se fían los ecologistas
El lince ibérico (Lynx pardina) ya campea por Extremadura. Todas las valoraciones coinciden en que este animal ha sido salvado de la extinción ... gracias a una exitosa estrategia, si bien ha costado 88 millones de euros a lo largo de 23 años. Es lo que han durado los cuatro programas Life cofinanciados por la Unión Europea y encaminados a evitar que este felino desaparezca del planeta.
Pero ese plan europeo entra en su recta final. El lince va a quedar desamparado por la Administración y tendrá que sobrevivir por su cuenta. El problema, lamentan las organizaciones ecologistas, es que dentro de dos años ya no saldrán adelante más programas Life para este ni para ningún otro animal. El último borrador de presupuestos de la Comisión Europea para 2028-2034 (que todavía tiene que ser negociado) pretende eliminarlo tal como existe ahora y fusionarlo junto a otros programas en un gran fondo.
Lo que llegaría a partir de 2028 es otro marco financiero europeo para abordar cuestiones del medio natural del que los defensores del medio ambiente no se fían. Creen que no será tan eficaz y, seguro, menos 'verde'. De momento, el Life, solo en el periodo 2021-2027 prevé repartir 5.400 millones de euros en toda Europa, de los cuales 600 millones los va a gastar en este 2025 para cofinanciar ideas relacionadas con cuatro ámbitos: naturaleza y biodiversidad, economía circular, cambio climático y transición a la energías limpias.
«Los Life han sido el salvoconducto para seguir teniendo osos, linces, águilas imperiales, buitres negros, quebrantahuesos... especies emblemáticas a punto de desaparecer que con estos fondos se han conseguido recuperar», señala Álvaro Guerrero, de la Asociación por un Mundo Salvaje (Amus), que desconfía de las nuevas reglas europeas.
El éxito del lince
Uno de los éxitos más mediáticos de los proyectos Life ha sido la recuperación del lince ibérico, que en realidad no ha culminado pues aún hay muchos en cautividad. Después de Life-Lince (2002-2006, 10 millones de euros), Life-Lince Andalucía (2006-2011, 27 millones), Iberlince (2011-2018, 34 millones), el último programa Life del que se ha beneficiado este felino ha sido Lynxconnect (2020-2025, 18,7 millones). Si el primer Life fue para contar los ejemplares que quedaban en la península ibérica –unos cien– e identificar las amenazas que se cernían sobre la especie, el cuarto y último programa, ya con más de dosmil linces (más de cuatrocientas madres reproductoras), se fijó como objetivo «conectar las poblaciones reintroducidas y mejorar el intercambio genético entre ellas, además de crear corredores ecológicos y la consolidación de la coexistencia entre el lince y las actividades humanas», explican desde Lynxconnect, que habla de que esta especie debería ser ya «autosostenible y genéticamente viable» mediante la conexión de los seis núcleos existentes (algunos en Extremadura) y la creación de dos nuevos núcleos.
«Hay una ola negacionista en Europa y esto se va a traducir en pérdida de biodiversidad»
Álvaro Guerrero
Asociación por un Mundo Salvaje (Amus)
Desde la Junta de Extremadura apuntaron esta primavera que, fuera ya del último programa Life que atañe al lince, insistirán en esa conexión para evitar la consanguinidad. También procurarán que el lince que aún sigue en centros de cría empiece a moverse por el campo por su cuenta como la especie salvaje que es. Y en tercer lugar, recuperarán el conejo de manera definitiva, que es su alimento preferido, creando vivares (madrigueras artificiales con tubos).
Temática muy variada
Los programas Life relacionados con el lince concluyen en este 2025, pero lo que preocupa a las asociaciones ecologistas es que solo quedan dos años más, hasta 2027, para que esta herramienta financiera caduque y deje aprobar asuntos relacionados con la conservación del medio ambiente.
Solo en Extremadura, el programa europeo Life ha financiado proyectos de temática tan variada como el reciclaje de plásticos, la recogida selectiva y reciclaje de teléfonos móviles, la promoción de la ecoetiqueta europea de calzado, el fomento del desarrollo sostenible en los municipios del valle del Jerte, la protección de colonias urbanas de cernícalos primilla en Almendralejo, Plasencia, Cáceres o Trujillo, donde las palomas invaden sus nidos, o un programa de conservación de murciélagos en Extremadura, por citar solo algunos de las decenas de proyectos que se han desarrollado en la región, siempre seleccionados por concurrencia competitiva.
Pero en un par de años el panorama no pinta bien. «Tras 2027, el siguiente marco financiero es distinto y no somos optimistas porque se quiere contentar políticamente a otros sectores», dice Marcelino Cardalliaguet, de Seo Birdlife Extremadura, que sabe que la ultraderecha empuja en el Parlamento Europeo y están apareciendo lobbys nuevos que niegan cualquier agenda medioambiental o relacionada con el cambio climático.
Álvaro Guerrero, de Amus, apunta que a la herramienta sustituta de los Life la llaman 'fondo europeo de competitividad'. «El problema es que ahí cabe todo, desde la batería de un móvil a la recuperación del último desmán del Pirineo. Von der Layen (Presidenta de la Comisión Europea) habla de simplificación, pero con una intencionalidad que da miedo porque hay una ola por Europa vinculada al partidos negacionistas del cambio climático y al final lo que va a pasar es que perdemos biodiversidad», lamenta.
Por su parte, Cardalliaguet subraya que «los Life no son fondos para oenegés ni para ecologistas pues muchas veces los programas los lideran las administraciones ambientales».
«No son fondos para ecologistas, muchos los lideran administraciones y se benefician los agricultores»
Marcelino Cardalliaguet
SEO Birdlife Extremadura
Para hacerse una idea de la dimensión de estos fondos comunitarios, desde 1992 se han aprobado más de 1.052 proyectos Life coordinados por entidades españolas dentro de un total de más de 6.000 proyectos en el conjunto de la Unión Europea y países vecinos. España, y concretamente Extremadura, han sido dos territorios muy beneficiados por proyectos Life.
Trabajar con agricultores
Uno de los programas que cita Cardalliaguet implicó a su oenegé ecologista, pero también a agricultores a través de Asaja y a la Junta de Extremadura, entre otras entidades. Se refiere al Life Agroestepas ibéricas, dedicado a conservar aves agroesteparias como el sisón, la avutarda o el aguilucho cenizo en trece espacios de la Red Natura 2000 de Extremadura, Aragón y el Alentejo portugués. Arrancó en septiembre de 2021, estará vigente hasta agosto de 2026 y de los 3,3 millones que cuesta la Unión Europea aporta 2,5 millones a través de Life.
«Se trabajó con agricultores en zonas ZEPA donde a cambio de buenas prácticas recibían pagos compensatorios. Sirvió para solucionar problemas no solo de animales sino de la gente porque se compensaba al sector agrario en zonas protegidas. Por ejemplo, se acordó con dueños de fincas que abandonaban por un año tierras en barbechos que las sembrasen con leguminosas y dejar esa tierra sin cosechar. Esto mejoraba las condiciones del suelo y a la vez alimentaba a las aves y las liebres. El compromiso se terminó ajustando para que entraran ovejas en verano para que se comieran lo que quedaba. Y como todo eso le cuesta dinero al agricultor se le compensa, por eso pienso que Life es una herramienta muy útil que beneficia a los agricultores», relata Cardalliaguet.
Ignacio Huertas, de la organización agraria UPA, señala que no son ayudas directas para agricultores o ganaderos sino que sirven para objetivos muy concretos. Y en su caso han participado en más de un proyecto Life, como uno con el conejo encaminado a la conservación donde había desaparecido o otros proyectos nacionales sobre los efectos de algunas plagas, pone de ejemplo. Ahora están analizando uno sobre grandes incendios. En opinión de Huertas, «son un instrumento positivo desde la óptica de que de los Life sale formación, divulgación y asesoramiento para agricultores y ganaderos».
Sin embargo, tiene dudas sober su desaparición. «Creo que se van a refundir en los presupuestos y hay incertudumbre sobre cómo quedarán, así que stamos a la espera de ver la letra pequeña», apunta. En cualquier caso, añade este representante agrario, algunos de los últimos programas que se aprueben druarán cinco años por lo que esos Life se podrán extender hasta 2031, afirma.
Restaurar la destrucción
Después de 33 años, uno de esos últimos Life tiene una cita el próximo 5 de octubre. A través de la Asociación por el Mundo Salvaje (Amus) se soltarán 32 milanos reales en la zona de Oliva de la Frontera y Valencia del Mombuey, que es la ubicación que aconsejó un comité de expertos por haber ganado en extensivo y con muladares para alimentarse, expone Álvaro Guerrero. Esas aves de presa de cabeza plateada han llegado de Inglaterra porque en Extremadura estaban desapareciendo.
Guerrero explica que hacer el seguimiento previo en sus nidos de origen, traerlas en avión, ponerles emisores gps, hacerles el seguimiento y procesar la información o ir a recoger a las que mueren y saber por qué, todo ello cuesta dinero. Y recalca que volver a tener milanos reales ha sido posible gracias a este programa, denominado Eurokite cofinanciado con fondos europeos Life. «Los milanos no son nuestros, son de todos los países y hay muchos estados en el proyecto, más de 20, una visión global que se va a perder al suprimirse los fondos Life. Por eso no entendemos cómo se quiere dejar de hacer restauración del medio natural precisamente en la era de mayor destrucción», lamenta Guerrero, que cita varios programas alumbrados con esta herramienta financiera de la Unión Europea que han beneficiado muy directamente a Extremadura.
Pone como ejemplo uno que beneficia a animales y empresarios: «cuando recuperas aves esteparias como la avutarda o el sisón el proyecto se plantea en estrategia con agricultores, al que le conviene que haya esas aves porque le quita saltamontes o ratones que se comen el grano de su cosecha. Además, en general los agricultores saldrán perdiendo sin los Life porque ese dinero para compensarles cuando se interviene en un territorio no se sabe ahora de dónde va a salir».
Por su parte, para Cardalliaguet «venía muy bien este dinero para hacer una buena gestión ambiental. Necesitamos bosques, hábitats acuáticos y que la agricultura y la ganadería se acompasen a los retos ambientales sin perder rentabilidad. Ahí Extremadura tiene mucho que decir porque la más adaptada a esta idea suele ser la agricultura y ganadería tradicional, la extensiva, la dehesa, y ahí tenemos mucho que decir, pero como hay que buscarle rentabilidad en un mercado que prima la cantidad, disponer de fondos para esto es importante, por eso Life es una herramienta que la Junta de Extremadura no debe perder», señala el responsable en la región de SEO Birdlife.
En Extremadura hay 59 especies amenazadas de extinción, 6 de ellas en 'peligro crítico'
Solo el lince ibérico y el correlimos zarapatín han aumentado su población mientras tres especies de peces y tres de aves están a punto de desaparecer en la región. La lista de referencia en todo el mundo sobre especies amenazadas es la de la IUCL (siglas en inglés de Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Señala que entre los animales más próximos a desaparecer para siempre y que viven en Extremadura hay tres peces –el esturión común, el sábalo y la anguila europea– y tres aves–la focha moruna, el buitre moteado o buitre de Rupell y la avefría sociable–.
Los animales no entienden de fronteras, pero la IUCL permite afinar hasta la península ibérica. Si dejamos al margen invertebrados, especies marinas y flora, aún quedan varias especies más de aves, mamíferos, reptiles, anfibios y peces en riesgo de extinción en sus diferentes grados de gravedad.
Algunas de ellas –59– se encuentran en Extremadura, como demuestra el análisis realizado por el catedrático de Zoología de la Universidad de Extremadura, Alfonso Marzal, cruzando la lista de la IUCL con diversas fuentes bibliográficas que avalan la presencia en territorio extremeño de estas especies en riesgo de extinción en mayor o menor grado.
Así. de las 143 especies amenazadas en España en mayor o menor grado, 59 están en Extremadura. De este último grupo solo el lince ibérico, dos aves, el correlimos zarapatín y el águila pescadora registran un incremento de su población según el último conteo de la especie.
Entre los peces, el esturión común, el sábalo y la anguila europea están en 'peligro crítico', mientras que el cacho se considera en situación 'vulnerable'.
Entre los anfibios, Extremadura tiene en estado 'vulnerable' al sapo de espuelas, la rana patilarga, la salamandra común y el tritón jaspeado.
Aves también en estado 'vulnerable' que se pueden ver en Extremadura hay 24 especies. Se trata del carricerín cejudo, el ánade rabudo, águila imperial ibérica, porrón común o europeo, barnacla cuelliroja, correlimos, tanto el zarapatín como el culiblanco y el canelo, aguilucho pálido y el cenizo, críalo europeo, águila moteada, esmerejón, cernícalo patirrojo, alcaudón real, negrón especulado, alimoche común, chorlito gris, zampullín cuellinegro, tórtola europea, sisón común, archibebe común, avefría europea y aruí,
'En peligro' hay ocho, la grulla damisela, el halcón borní, el halcón sacre, el ibis eremita, el quebrantahuesos, la avutarda, águila pescadora, ganga ortega.
Por su parte, aves en 'peligro crítico' hay tres, la focha moruna, el buitre moteado o buitre de Rupell y la avefría sociable.
Entre los mamíferos que aparecen como 'vulnerables' y habitan en Extremadura están el Murciélago de bosque o barbastela, el lirón careto, el murciélago de cueva, los murciélagos ratoneros forestal y mediano, el nóctulo mayor, murciélago de herradura mediterráneo y mediano, la lagartija de carbonell y la víbora hocicuda o de Lataste y el lince ibérico, que ha dejado de estar 'en peligro' este año para ser 'vulnerable' y es el único mamífero de entre las 143 especies amenazadas en España cuya población va en aumento.
En 'peligro' habría que citar al desmán ibérico, al conejo europeo, mientras que en 'peligro crítico' no aparece ningún mamífero en la comunidad extremeña.
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