Una fábrica usará la proteína de gusanos para alimentar tencas, perdices y cerdos en Extremadura
Avanza en Trujillo una industria de entomocultura que prevé criar más de 9.000 kilos de larvas al año de Tenebrio molitor, conocido como gusano de la harina
Vive entre plantas y troncos y lo mismo le da por comer plantas, que semillas o insectos muertos. Mide dos centímetros de largo y su ... nombre científico es Tenebrio molitor, pero es conocido como gusano de la harina. En Trujillo ya se han dado los primeros pasos para criarlos a miles porque las posibilidades que brinda este escarabajo en su etapa de larva son muy diversas.
Quienes tienen reptiles en casa o usan cebos de pesca compran cajas de este gusano de la harina a 17 euros el kilo. Pero ya existe una industria incipiente que convierte a este gusano en harina cuyas proteínas terminan en el pienso que alimenta a peces, aves o mascotas.
Los promotores de la empresa Ganadería CV, proyectada en Trujillo (Cáceres), van a afinar su uso. Según cuenta uno de los responsables, el ingeniero agrónomo Jorge Pérez, están pendientes de un estudio que realizarán con la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura que determinará la incidencia de piensos fabricados con este gusano en la alimentación de perdices rojas, tencas y cerdos ibéricos. Han elegido estos tres animales porque abundan en la región y con ellos pretenden abrir el abanico de especies que usen estos piensos hechos a partir de gusanos.
«La ventaja del gusano es que el coste de sus proteínas es más bajo que la de otros animales»
Jorge Pérez
Ingeniero Agrónomo
Hay que saber que en el interior de este animal hay tantas proteínas que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha avalado a este insecto como el primer gusano comestible como 'snack' o ingrediente. También sirve para hacer aceites e incluso se aprovechan sus excrementos como fertilizantes. Pero su uso principal es molerlo para que su proteína enriquezca el pienso. Con esta finalidad una industria extremeña ubicada en Trujillo se convertirá en una de las primeras iniciativas de entomocultura de la región tras una idea similar con grillos surgida en Talayuela el año pasado. El Diario Oficial de Extremadura publicó a mediados de agosto que el proyecto de gusanos en Trujillo cuenta con el visto bueno ambiental.
El coste es más bajo
Cuenta el cacereño Jorge Pérez, de 48 años y que está poniendo en pie este negocio, que la idea fue de un conocido suyo, José Capilla, quien después de viajar por todo el mundo observó cómo en Asia los insectos están muy presentes en la industria alimentaria. Le consta que en el norte de Europa ya hay potentes industrias que usan este gusano como proteína animal en los piensos para mascotas y explica el porqué. «La ventaja de usar el gusano es que su coste es más bajo que el de otras proteínas animales que salen de pollos o pescados. Solo la proteína vegetal que se obtiene de la soja es más barata, pero su aporte es menor, ilustra Jorge Pérez», que ahora lidera la parte técnica de este proyecto del que valora que es menos contaminante. Hay cálculos en este sector que hablan de que para producir un kilo de proteína a partir de un insecto hace falta un litro de agua, mientras que para fabricar un kilo de proteína a partir de carne son necesarios cien litros.
Viabilidad de subproductos
Las obras ya han arrancado en las naves que tiene el promotor entre Trujillo y la localidad de Monroy, las cuales hay que adaptar y climatizar. Una parte es de 200 metros cuadrados para la cría del insecto y otra de otros 200 metros cuadrados para cámaras de congelación, molino y otra maquinaria específica.
Las cifras en una primera fase son discretas para esta granja de gusanos que se dedicará a producir harinas, aceites y larvas vivas o congeladas que se destinarán a la alimentación animal.
La producción, orientada al mercado nacional, la estiman en más de 4.400 kilos al año (nunca más de 9.000). En concreto, se prevé criar 9.600 kilos de larvas al año, que se convertirán en más de 2.200 kilos de harinas, más de 1.200 kilos de aceites y 960 kilos de larvas vivas o congeladas.
De todos modos, a plena producción no esperan estar antes de 2027 pues ahora se van a centrar en la investigación de la UEx. Lo siguiente es analizar la viabilidad de otros subproductos y anticiparse al día en que en España se permita producir y comercializar insectos para consumo humano, los cuales ya están en el menú habitual de muchos países asiáticos y se prevé que sea la solución al hambre en el futuro.
Como del cerdo, del gusano todo se aprovecha, desde sus heces a su exoesqueleto
Los usos del Tenebrio molitor (gusano de la harina) son tan variados que recuerdan al cerdo, del que se aprovecha todo. Estos van desde el 'frass', que es una mezcla del estiércol del gusano con restos de alimento no digerido y que valdría de fertilizante orgánico natural; al quitosano, ya que el exoesqueleto del Tenebrio contiene quitina, un biopolímero que, tras ser procesado, puede transformarse en quitosano con aplicaciones en medicina y farmacia (cicatrizantes, encapsulación de fármacos), industria alimentaria (conservantes naturales, envases biodegradables o agricultura (bioestimulantes y protectores de cultivos).
«Tras la investigación veremos si sacamos aceite porque cuantos más subproductos saques mejor. Los aceites se usan también en el pienso para darle sabor o para cosméticos. También nos consta que la quitina de los escarabajos adultos tiene muchos usos, pero es difícil separarla e investigaremos sobre ello porque la poca industria que hay en este sector es muy hermética», explica el ingeniero agrónomo Jorge Pérez, cuya empresa –Pondera– se dedica principalmente a la ingeniería agrícola y ganadera, forestal y cinegética, así como a depuración de aguas residuales, pero ahora quiere abrir camino procesando insectos.
Según explica, en España hay varias empresas donde se compran estos insectos que se venden como larvas vivas para reptiles, así que el primer paso es adquirir una remesa suficiente. «Esa larva la crías y dejas que sea escarabajo que pone los huevos, de los que nacen los gusanos. Esos gusanos antes de llegar a la fase de pupa se ultracongelan para matarlos. Una vez tienes las larvas muertas se desecan en un horno para quitarle el agua y luego el molino te da la harina directamente o bien separa antes la grasa»
En una siguiente fase su objetivo «no es solo producir, sino transformar la visión sobre los insectos como alimento, la cual aún no está autorizada en España», pero creen que es cuestión de tiempo que cambie la legislación y, por el alto valor proteico del Tenebrio molitor, cree que serán los deportistas los primeros en consumirlo en cuanto se demuestren sus beneficios.
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