Extremadura doblará su apuesta por las 'cabras bomberas' como método para prevenir incendios

El modelo tiene escépticos e incluso detractores, que defienden que el impacto de esta medida es mínimo, y que se necesitarían millones de cabezas de ganado pasando a todas horas por zonas seleccionadas para que el riesgo de incendio disminuyera de modo significativo.

De los nueve pastores preventivos que cobran del Gobierno regional, ocho están en la Sierra de Gata (en Acebo, Hoyos, Perales del Puerto, Torrecilla de los Ángeles y Valverde del Fresno) y uno en Santa Cruz de Paniagua. Y en octubre se incorporó un décimo, en el Valle del Guadarranquejo, junto al límite entre las provincias de Cáceres y Toledo.

La Consejería anuncia que está «preparando para su encargo una nueva contratación aprovechando los fondos Next Generation (los de la Unión Europea para ayudar a la recuperación postpandemia)». Con ese dinero pretende la administración regional «dar continuidad a las acciones de pastoreo preventivo desarrolladas o en marcha».

La idea es firmar contratos con 18 pastores y ponerlos en práctica cuando acabe en julio el proyecto europeo Life Landscape Fire, que es el vigente, con el que la Junta paga a nueve ganaderos.

La nueva convocatoria se concibe como una continuación de la actual, con algunos cambios. Ya están seleccionadas las 18 zonas de pastoreo preventivo, que serán las nueve actuales más otras en Sierra de Gata (en Cilleros, Gata y Hernán Pérez) y Las Hurdes (Santibáñez el Alto y Pinofranqueado).

En todos los casos son montes de utilidad pública y algún consorcio. Entre unos y otros suman 1.096 hectáreas. El programa vigente, con nueve pastores, abarca un área de actuación de 349 hectáreas, y uno anterior ya finalizado que compensó a ocho pastores por su acción preventiva en zonas de alto riesgo de incendios de Sierra de Gata y Las Hurdes alcanzó las 1.500 hectáreas.

Estas son las cifras que figuran en el papel, en los contratos con los pastores. Las reales, en la que de verdad se hace este pastoreo, son menores. Porque esas áreas oficiales incluyen zonas con tantos árboles y maleza que no hay rebaño que entre en ellas.

En la actuación ya finalizada, «el pastoreo preventivo consistió en el paso del ganado caprino o lanar sobre las áreas cortafuegos seleccionadas, reduciendo el crecimiento de hierbas y matorrales y favoreciendo la eficiencia de estas infraestructuras, al mismo tiempo que se conseguía evitar o retrasar los trabajos periódicos de repaso de las infraestructuras mecanizadas», explica la Consejería.

La misma fuente avanza que para el proyecto que comenzará a ejecutarse una vez acabe el vigente, cambiará la cuantía de lo que se abona a los beneficiarios y también el modo de fiscalizar si se cumple el objetivo perseguido. Tanto en la actuación ya finalizada (ocho pastores) como en la actual (nueve) y en la que empezará cuanto esta última acabe (18 ganaderos), la Consejería no firma los contratos directamente con los beneficiarios, sino con la empresa pública Tragsa.

Todos los pastores son autónomos agrarios, «por lo que se trata de pagos por servicios y resultados», especifica la administración regional. Los nueve del programa Life Landscape Fire están cobrando 125 euros por hectárea al año, afirma la Junta, que explica que esta cuantía «fue calculada por la Universidad de Extremadura como resultado de los convenios que la Junta tuvo con la Escuela de Ingeniería Forestal de Plasencia, que ha desarrollado el Proyecto Mosaico. Ese cálculo contempla la dificultad y la trascendencia del pastoreo en cada área, además del grado de cumplimiento».

Para los próximos contratos, se ha recalculado esta contraprestación, que pasará a ser de 102 euros al mes, lo que equivale a una reducción del 18%. «El precio de compensación por hectárea –explica la Consejería– se ha obtenido de la equivalencia de lo que costaría realizar esta misma tarea combinando varias tarifas forestales de la Junta».

«A lo largo del período de pastoreo –continúa– se han realizado diversos controles que han estimado el grado de cumplimiento para proceder al pago, que ha sido muy variable de unas zonas a otras, y muy complejo de medir. Por ello se ha modificado el sistema para los siguientes contratos».

Estas subvenciones de la Junta de Extremadura a pastores por llevar sus cabras u ovejas a terrenos forestales que considera estratégicos en la lucha contra los incendios están limitadas a los montes de gestión pública. Pero esta situación cambiará próximamente, según anticipa la Consejería de Agricultura, Medioambiente, Población y Territorio.

«De cara al próximo Plan Estratégico Feader-Pepac –avanza– se ha programado una línea de subvenciones silvoambientales para el pastoreo preventivo que incluirían el realizado tanto en montes públicos como en privados, para la prevención activa contra incendios forestales». Se persigue «el mantenimiento de áreas preventivas de la red primaria (plan Preifex)», como un modo de evitar los gastos de mantenimiento –más allá de los obligados por ley– en zonas forestales de alto y medio riesgo de incendios, gracias a este pastoreo preventivo».

Para facilitar la tarea de estos ganaderos que se pasan buena parte de su jornada laboral en el monte, la Consejería tiene previsto construir trece naves repartidas entre las comarcas de Valle del Ambroz (Hervás y Casas del Monte), La Vera (Garganta la Olla), Las Villuercas (Alía, Garciaz y Solana), Sierra de Gata (Hoyos y Valverde del Fresno) y Las Hurdes (Ladrillar).

Estas actuaciones están «pendientes de su aprobación en Consejo de Gobierno», sitúa la Junta de Extremadura, que recuerda que ya se construyó una de estas naves ganaderas en el monte de utilidad pública Majada y Bardal de Hernán Pérez (Sierra de Gata) y otra en el llamado Llanos del Convento de Pinofranqueado (Las Hurdes).