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El fuego avanza descontrolado. P. Castañares

Extremadura afronta su tercer día de combate contra el fuego, que mantiene cortados 25 kilómetros de la A-66

Los vecinos de Oliva de Plasencia permanecen confinados desde esta madrugada por el incendio, que sigue descontrolado

Pablo Calvo y María Fernández

´Badajoz | Cáceres

Jueves, 14 de agosto 2025, 07:21

El incendio declarado en la tarde-noche del pasado martes en Jarilla avanza descontrolado. El fuego mantiene cortados 25 kilómetros de la autovía A-66 y la N-630 entre Oliva de Plasencia y Casas del Monte. En concreto, desde el kilómetro 446 (Zarza de Granadilla-Casas del Monte) al 471 (cruce con la EX-370, Plasencia). Además, ha obligado a confinar a los vecinos de Oliva (292 habitantes), que recibieron esta madrugada un envío masivo de ES-Alert para que permanecieran en sus domicilios con las ventanas y puertas cerradas para evitar la entrada de humo, y a desalojar viviendas aisladas de la urbanización 'Las Pizarrillas y los residentes del Hostal Restaurante Asturias.

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Por su parte, los vecinos de Jarilla, Villar de Plasencia y Cabezabellosa siguen desalojados. Alrededor de 320 personas permanecen alojadas en el pabellón de la ciudad deportiva de Plasencia y otras 50 entre el seminario y en la residencia de las Hermanitas de los Pobres de la ciudad placentina y la residencia de Baños de Montemayor. Tras la evacuación de 19 vecinos de este último pueblo que seguían ayer aún en sus casas, durante la madrugada se ha desalojado a tres personas más: dos residentes de Cabezabellosa y una en Villar de Plasencia.

«Noche donde se han cumplido los peores pronósticos», ha asegurado el consejero de Presidencia, Abel Bautista, que ayer ya vaticinaba que las condiciones meteorológicas no se preveían favorables, con rachas de viento fuertes. «Esto hace que el incendio que conocemos ahora mismo no sea el que conozcamos a partir de las cuatro o cinco de la mañana», decía. «Habrá que ver hasta qué punto pueden actuar los medios aéreos en esta situación y tendremos ayuda de las comunidades de Andalucía y Madrid», añadía.

«El día de hoy va a ser muy complicado», ha escrito este jueves en la red social X, donde ha pedido máxima precaución a quienes se encuentren en las zonas afectadas y ha insistido en la importancia de seguir las indicaciones. «No hay nada más valioso que la vida», ha apostillado.

La situación operativa 2 del Plan Especial de Protección Civil ante Incendios Forestales, Infocaex, para toda la región, se encuentra activa debido a la simultaneidad de varios incendios en la región. En estos momentos hay activos cuatro: además del de Jarilla, hay fuegos en Casares de Hurdes, Malpartida de Plasencia y Trujillo. El fuego iniciado entre los valles del Jerte y el Ambroz se ha convertido en el undécimo gran incendio del verano, con más de 4.500 hectáreas calcinadas, en concreto 4.625.

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El dispositivo ha movilizado a 200 militares de la Unidad Militar de Emergencia, UME, 80 unidades de bomberos forestales, 4 agentes del medio natural, 4 técnicos de extinción, efectivos del Miteco, bomberos del SEPEI, Guardia Civil y Cruz Roja. También a técnicos de Protección Civil y Emergencias, trabajadores sociales y psicólogos.

Localización del incendio. DGT

La jornada del martes, origen de todos los fuegos, fue calificada por Abel Bautista como una «situación anómala». Hubo una sucesión de tormentas con descarga eléctrica, más de 700 rayos, que durante la tarde dieron lugar a 17 incendios forestales en la región, de manera principal en el norte de la provincia cacereña.

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Además de las evacuaciones mencionadas y los problemás originados durante la última madrugada, las llamas y el humo también han obligado a cortar otras carreteras. Este jueves ya son cuatro las vías afectadas. Además de la A-66 y la N-630, en la noche del martes y madrugada de miércoles se cerraron al tráfico la CC-213, de la A-66 a Cabezabellosa por Villar de Plasencia; y la CC-214, el acceso desde la N-630 a Jarilla, que permanecen cortadas.

Desde el primer día, el martes más de 300 efectivos, con participación de un centenar de miembros de la UME, se esfuerzan sobre el terreno y por el aire para apagar las llamas que han llevado fuera de sus casas a unas 700 personas de las localidades de Jarilla, Villar de Plasencia y Cabezabellosa, pequeños pueblos de Trasierra y Valle del Jerte. Esta noche, más de 200 todavía han dormido en la Ciudad Deportiva de la capital placentina. Pero los que realmente han corrido una situación de peligro como no se recuerda desde hace años en Extremadura es el pequeño número de vecinos que decidió quedarse en su casas y obviar los llamamientos de evacuación. Ayer, el cambio de viento convirtió Cabezabellosa en una «ratonera», en palabras del consejero, y llevó al límite a los distintos cuerpos que están interviniendo de forma coordinada contra el fuego para abrir una via de escape y sacar literalmente del municipio a estos habitantes. No se recuerda una operación igual, que incluyó primero una alerta móvil masiva.

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El dispositivo de rescate de los vecinos de Cabezabellosa que habían ignorado las indicaciones de desalojo de la población finalizó con la evacuación de 19 vecinos, uno de ellos en camilla y otro con asistencia de oxígeno.

El peligro para las personas dejó ayer en un segundo plano en las últimas horas el daño medioambiental. A falta de un recuento oficial cuando se consiga apagar todos los focos (anoche aún había seis activos), se conoce que las llamas ya habían arrasado el miércoles solo en el incendio de Jarilla más de 1.200 hectáreas. Los otros siniestros forestales, además, han atacado zonas tan emblemáticas y de tanto valor ecológico como el Parque Nacional de Monfragüe (con una afección pequeña) y la comarca de Las Hurdes. Este incendio preocupaba ayer por su evolución al estar en un lugar, en el término municipal de Casares, bastante inaccesible e impedir las condiciones meteorológicas de tormentas aprovechar todas las horas los medios aéreos.

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Hasta ayer, la superficie era sensiblemente menor que en otros siniestros, como el que tuvo lugar en julio también en Las Hurdes, pero con el avance de la madrugada ya ha superado lo calcinado en la emblemática comarca cacereña.

La multiplicación de fuegos en Extremadura, en un momento en que otras comunidades autónomas están afrontando siniestros incluso de mayor envergadura, hizo que el Rey Felipe VI se interesara ayer por la situación de emergencia en una conversación telefónica con la presidenta de la Junta, María Guardiola, que difundió el interés del monarca a través de las redes sociales.

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En contra de lo sucedido en otras ocasiones, las llamas no se originaron por una acción humana, bien intencionada como sucede en muchas ocasiones, bien por negligencias o descuidos, sino de forma natural. A partir de ahí, la coordinación autonómica y estatal parece haber funcionado hasta el momento y solo la negativa de los vecinos de abandonar sus casas ha generado críticas, en este caso desde la Administración a los ciudadanos que no atendieron las recomendaciones.

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