«Las enfermeras se van de Extremadura porque los contratos son precarios y solo se hacen en verano y Navidad»

Y las razones de esa fuga las tiene clara. «Las bolsas de trabajo de enfermería en Extremadura solo se mueven en diciembre, enero, julio y agosto. Son de poco tiempo y en otras autonomías, de entrada, les ofrecen seis meses. Los de Extremadura suelen ser de dos. Si llegan a tres ya es una suerte», asegura Martín.

Habla de precariedad y pone ejemplos al referirse a las denominadas plantillas pull. «Son equipos que trabajan en diferentes servicios. Les cambian constantemente de unidad. En ocasiones tienen su turno establecido durante una o dos semanas y a la tercera ya no saben ni qué puesto ocuparán ni los horarios de trabajo». Indica que son plantillas provisionales de un mes para salir de apuros o incluso las hay que trabajan así durante todo el año, es decir, pasando por diferentes servicios del hospital. «Es una forma de organizarles el trabajo y sus vidas personales totalmente precaria», lamenta.

«No se fideliza a la enfermería extremeña. No se quedan aquí. Las plantillas son deficitarias», apunta Martín, que comenta que a inicios del año 2023 llegaron a un acuerdo con la Consejería de Sanidad del ejecutivo de Guillermo Fernández Vara para elaborar un estudio que determinara las cargas de trabajo de estas profesionales. Sin embargo, afirma que aún no se ha llevado a cabo.

A esto se suma, según Martín, que «se están ocupando muchas camas por las operaciones quirúrgicas que el SES realiza para intentar reducir las listas de espera». Eso, añade, «está aumentando la presión asistencial en los hospitales y las enfermeras no dan abasto».

Los enfermos pasan a planta y el personal que está a pie de cama sigue siendo el mismo. «Una enfermera no puede atender igual a seis pacientes, que son los que deberían ser por profesional, que a 14, que es lo que está pasando», lamenta la secretaria general de Satse.