La exdirectora provincial del Sepad dice que se vacunó para no ser un foco de contagio
«Mi vacunación fue ética y moral, pero también preceptiva», defendió ante el tribunal que la juzga por falsedad en documento oficial
«Mi vacunación fue ética y moral, pero también preceptiva porque yo era un vector de contagio». Eso es lo que defendió este jueves la ... exdirectora del Sepad en Badajoz, Monserrat Rincón, durante el juicio en el que respondió de un presunto delito de falsedad en documento oficial por vacunarse de la covid cuando las dosis escaseaban y solo se administraban al personal de las residencias de mayores y a los ancianos que allí vivían.
Cuando eso sucedió Rincón era la responsable provincial de las residencias, entre ellas la de La Granadilla en Badajoz, donde se vacunó el 4 de enero de 2021. La Fiscalía entiende que no podía hacerlo porque no era personal del centro, acusación que fue rebatida por la acusada. «Yo estaba en primera línea, como el personal de la cafetería o el director... Me vacuné para seguir ayudando a la población a mi cargo».
Esas explicaciones las ofreció durante una larga declaración en la que se negó a responder a las preguntas del fiscal. Rincón aseguró que en esa época «visitaba cada día 3 o 4 residencias para resolver los problemas derivados de las bajas en el personal y organizar la compartimentación de los centros para evitar que el virus se extendiera. «Me levantaba a las 6 de la mañana para gestionar recursos por toda la provincia. En el centro logístico del SES pasamos muchas horas de rodillas haciendo paquetes».
La directora de Salud del Área de Salud de Badajoz asegura que le dijo que se esperara hasta saber si le correspondía vacunarse
En su declaración detalló que tenía a su cargo a más de 17.300 ancianos. «Yo era un vector de contagio porque iba a los centros por indicación expresa del director gerente del Sepad».
Rincón explicó que a la residencia de La Granadilla fue cuatro días antes de la vacunación para supervisar que había un frigorífico que pudiera mantener las vacunas a una temperatura adecuada. Después, volvió el 4 de enero. «Quien me dijo que tenía que vacunarme fue el doctor José María Iglesias, porque yo era un vector de riesgo de contagio», aseguró antes de recordar que ese día el director de la residencia estaba hospitalizado y fue ella quien firmó el albarán de recepción de las vacunas.
El doctor al que se refirió Rincón era uno de los médicos que colaboraron con el Sepad en el proceso de vacunación. Pero José María Iglesias negó haber autorizado su vacunación. «Yo no podía hacerlo», dijo, aunque a renglón seguido apuntó que la directora del Sepad le había manifestado que como el director de la residencia estaba ingresado y ella iba a hacer la función de directora, podía ser conveniente que ella se vacunara. «Y al igual que se podía vacunar el fontanero o el personal de mantenimiento, yo interpreté que sí se podía vacunar. Creo recordar que le dije que sí, que se podía vacunar (...). Es posible que en algún momento me dijera que la incluyera en la lista, pero no lo recuerdo».
No estaba en la lista inicial
El director de la residencia, por su parte, confirmó que el día 29 de diciembre tuvo que ser hospitalizado, por lo que en esos días la residencia estuvo al cargo de la responsable asistencial y del responsable de administración, con quienes él siguió en contacto desde el hospital. Afirmó igualmente que fue él quien confeccionó el listado de personas que se debían vacunar, donde se incluyó a los trabajadores de la residencia y a los ancianos, pero no a la directora del Sepad.
Tras él ofreció su testimonio la enfermera que dirigía el área asistencial de la residencia. A ella le preguntó el fiscal si Monserrat Rincón colaboró en la vacunación y firmó los albaranes. «Que yo sepa no», respondió la enfermera. La misma contestación ofreció el responsable de administración, quien coincidió en que el listado que mandaron a la gerencia del Sepad no incluía a Rincón.
Le dijo que esperara
Interesante fue también el testimonio de Sonia Vizcaíno, la directora de Salud del Área de Salud de Badajoz, cuyo departamento era el competente en vacunación. Según dijo, el día 4 de enero Monserrat Rincón la telefoneó para preguntarle si se podía vacunar. «Le dije que debía esperar, que había que pedir autorización a nuestros superiores. Hubo una tardanza hasta que tuve una respuesta y cuando la llamé comunicaba. Finalmente conseguí hablar con ella para decirle que no podía, pero me dijo que ya se había vacunado».
Sobre esta circunstancia se había expresado con anterioridad Monserrat Rincón, quien negó que esta responsable del Sepad le hubiese dicho en esa llamada que no se podía vacunar.
Vizcaíno también aclaró que en la lista que se entregó a los encargados de vacunar el 4 de enero sí figuraba la directora del Sepad, y añadió que era la propia Monserrat Rincón, junto con los técnicos, la que se encargaba de preparar esos listados.
«Nosotros utilizábamos la estrategia vacunal como si fuera la biblia», añadió Vizcaíno cuando el fiscal le recordó que en esos días no se vacunó a los militares que desinfectaban las residencias ni tampoco a los conductores de ambulancias porque la vacuna se limitaba exclusivamente al personal de las residencias y a los residentes.
En el Sepad no se vacunaron
El último en testificar fue el director gerente del Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad), José Vicente Granado Granados, quien confirmó que en esas primeras semanas de vacunación sólo se administró la dosis al personal que trabajaba en las residencias de ancianos y a los residentes. Dejó claro de ese modo que ningún cargo del Sepad se vacunó en ese momento, como tampoco lo hicieron el consejero de Sanidad, José María Vergeles, o la directora provincial del Sepad en la provincia de Cáceres. «Se vacunaron cuando les tocó», dijo.
Fue el último en intervenir, pero antes de marcharse el presidente del tribunal, José Antonio Patrocinio, le hizo una última pregunta. «¿Iba Monserrat Rincón personalmente a las residencias de ancianos. «Yo sé que ella visitaba los centros, iba físicamente», le respondió.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión