Un desfibrilador y la rápida actuación sanitaria salvaron al actor Jesús Lozano en Alcántara
El intérprete y dramaturgo se recupera en el hospital de Mérida tras sufrir una parada cardiorrespiratoria cuando interpretaba al rey Alfonso X en el Conventual de San Benito
El teatro le ha salvado la vida a Jesús Lozano. Sus allegados lo tienen claro después del grave episodio de salud que sufrió el pasado viernes. El actor, dramaturgo y director de escena extremeño (Almendralejo, 1970) se desplomó sobre el escenario cuando interpretaba al rey Alfonso X en el primer acto de la función en las tablas del Conventual de San Benito, en el Festival de Teatro Clásico de Alcántara.
Cayó al suelo tras sufrir una parada cardiorrespiratoria justo después de realizar una pausa del guion. No fue un desvanecimiento por calor. «No fue un infarto. Su corazón se detuvo», explica Inma Cedeño, actriz y pareja del dramaturgo. «Se salvó porque estábamos en un lugar preparado, con desfibrilador y con personas capaces de actuar con rapidez y sin dudar», indica en un comunicado que ha hecho público este domingo, destacando la rápida y eficaz actuación sanitaria en el lugar del suceso, que disponía de una ambulancia medicalizada contratada por el Festival de Alcántara para proteger a los presentes.
Una vez superado el susto, la intérprete asegura que los médicos le ha comunicado «con rotundidad que si esto le hubiera ocurrido en casa, probablemente hoy no lo estaríamos contando».
En estos momentos el actor se encuentra «estable, consciente y de buen humor». Está ingresado en planta en el Hospital de Mérida, donde se «encuentra controlado y cuidado con todo el rigor necesario» tras ser trasladado ayer desde el San Pedro de Alcántara de Cáceres, adonde -una vez estabilizado- le condujo la ambulancia medicalizada desde Alcántara, a una hora por carretera de la capital cacereña.
Superado el trance, su pareja puede decir más tranquila que «lo más crítico ha pasado». «Ha comido, ha dormido y ha empezado a recuperar fuerzas. Ahora queda identificar el origen exacto del problema y tomar medidas».
Inma Cedeño solo tiene palabras de agradecimiento para Rocío Montero, la gestora del Festival de Teatro Clásico de Alcántara, por «su actuación inmediata y ejemplar en la gestión de la emergencia sanitaria». La actriz tiene claro que «su firmeza, su claridad de criterio y su humanidad fueron decisivas para activar el protocolo, coordinar a los equipos y protegernos en un momento de absoluto caos. Jesús está vivo también gracias a ella».