La crisis del alquiler genera una lista de espera en las residencias universitarias de mil estudiantes
«Nos llegan estudiantes desesperados porque no encuentran pisos y ofrecen hasta 350 euros por habitación», apuntan desde las inmobiliarias
El curso universitario en Extremadura está a punto de empezar y los jóvenes que inician esta nueva etapa buscan alojamiento, una tarea que cada ... vez es más complicada debido a la crisis del alquiler. Hay pocos pisos en las principales ciudades de la región y los que hay cada vez son más caros. Ante eso recurren a las residencias, a las que tampoco es fácil acceder. De hecho, las que gestionan la Junta, diputaciones y ayuntamientos han colgado el cartel de completo y la lista de espera llega a los mil estudiantes.
«En el mes de julio ya se completaron todas las plazas y la lista de espera se acerca al centenar de personas. En los últimos años se completan todas las habitaciones», detalla Miguel Ángel Moreno, coordinador de la residencia Julio Cienfuegos, que depende del Ayuntamiento de Badajoz y está ubicada en pleno Casco Antiguo de la capital pacense. Allí disponen de 60 apartamentos y el precio de las habitaciones, según el tamaño, oscila entre los 205 y 411 euros. Todas tienen su propia cocina y el consumo eléctrico es aparte.
Una situación similar se ha dado en los apartamentos universitarios del Ayuntamiento de Cáceres, que ofrecen 120 plazas. «A finales de julio ya estaba todo reservado. Cada año se ocupan antes por los problema que se encuentran los estudiantes para alquilar pisos. Es más, ya nos están llamando para reservas del curso 2026-2027», cuenta Carlos Galán, gerente de estos apartamentos divididos en cuatro bloques y que son la única opción que está dentro del propio campus junto a la biblioteca.
«Cada año se ocupan antes las plazas. Ya nos están llamando para reservas para el curso 2026-2027»
Carlos Galán
Apartamentos universitarios en el campus de Cáceres
Recurren a este tipo de alojamientos porque encontrar una habitación o un piso alquilado por particulares se ha convertido en casi misión imposible. «Nos llegan estudiantes desesperados porque no encuentra nada. Llegan a ofrecer hasta 350 euros por habitación, un precio que está muy por encima de lo que era normal pagar», apunta Sandra Holgado, gerente de la inmobiliaria Manuela Pérez, en la capital cacereña.
«Todos los días nos encontramos nuevos mensajes, llamadas y correos electrónicos de estudiantes que ya no saben qué hacer. El problema es que no les podemos ofrecer casi nada porque hay muy pocos propietarios que alquilen sus pisos. Hay muchas casas cerradas y las que se alquilan piden unos requisitos muy exigentes», añade Holgado, que indica que el precio mínimo por habitación está en 200 euros, una cantidad muy por encima a la de hace tres años, cuando rondaban los 150.
Ante eso, solo los que han sido muy previsores han llegado a septiembre con alojamiento. En la residencia Hernán Cortés, que gestiona en Badajoz la Diputación, ofertan 148 plazas y han recibido 347 solicitudes de estudiantes, según detalla su coordinador, Joaquín Prieto. Tiene mucha demanda porque, además de la dificultad para encontrar piso de alquiler, es la única gratuita. La selección de los residentes se efectúa aplicando un baremo económico (menor renta) y académico (mayor nota en el caso de nuevos aspirantes), así como de participación en las actividades internas (en el caso de los residentes que pretendan repetir plaza).
En los cuatro centros que dependen de la Junta 549 estudiantes se han quedado sin plaza
Las listas de espera se repiten en todas las residencias públicas. La que gestiona la Diputación de Cáceres y lleva por nombre Charo Cordero, un centro residencial ubicado en un edificio del siglo XV en pleno recinto histórico, abrió sus puertas en 2023 y en este 2025 también ha recibido muchas inscripciones. Cuenta con 58 plazas y 83 solicitudes han pasado a formar parte de la lista de espera.
En este caso también hay una selección previa y el coste está cofinanciado, por lo que también resulta muy ventajoso ser aceptado. Los precios de la estancia son de 885 euros mensuales para la habitación individual, de los que 595 son financiados por la Diputación de Cáceres y 290 por el alumno. Y la habitación doble tiene un precio de 575 euros, de los que 425 corren a cargo de la institución provincial y 150 de la persona solicitante, precios a los que hay que sumarle el 10% de IVA.
En las cuatro residencias que dependen de la Junta de Extremadura sucede lo mismo. Un total de 549 estudiantes se han quedado sin plaza. La demanda ha superado ampliamente a la oferta de 303 plazas que ofertan los centros Juan XXIII (85 plazas en Badajoz), Mario Rosso de Luna (12 plazas en apartamentos de cuatro personas en Cáceres), Diego Muñoz Torrero (176 en Cáceres) y el complejo educativo de Plasencia (60 plazas en habitaciones dobles). En este caso se trata de un precio público de 460 euros al mes (habitación individual) y 425 euros (doble). En todas se incluye estancia y alimentación.
«El covid hizo que las residencias fueran una opción muy solicitada y a eso se suma que el precio del alquiler ha subido mucho»
Carmen Rodríguez
Coordinadora de la Rucab
Más allá de las opciones que son públicas, otra posibilidad muy demandada son las residencias que tienen en Badajoz la Fundación CB y en Cáceres la Fundación Caja Extremadura. La que hay en Badajoz, muy cercana al campus y conocida como Rucab, dispone de 204 plazas y tiene una lista de espera que supera el centenar de estudiantes. «En los últimos tres años hemos notado un incremento de inscripciones. El covid hizo que esta fuera una opción muy solicitada y a eso se suma que el precio de los alquiler ha subido mucho», explica Carmen Rodríguez, coordinadora de la Rucab, que tiene como tarifas 870 euros la habitación individual y 770 la doble, en ambos casos con pensión completa y wifi, entre otros servicios comunes.
Por su parte, la que gestiona la Fundación Caja Extremadura en Cáceres es el colegio mayor Antonio Franco (antes San José), con 180 plazas y donde la habitación más cara sale por 800 euros al mes con pensión completa e instalaciones deportivas a disposición de los residentes. En ella también se han cubierto todas las plazas en la convocatoria de junio y también han notado un incremento de solicitudes. Para este curso, la demanda ha duplicado la oferta.
A las residencias públicas o que gestionan fundaciones se suman las privadas, que cuentan con el 15% de las plazas que hay en este tipo de alojamientos en la región, que son en total unas 1.400. En ellas, por regla general, también están completos.
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