Pilar Blanco-Morales: «Controlar la inflación es fundamental, y no se puede hacer bajando impuestos»
La consejera de Hacienda defiende la idoneidad de unos presupuestos para 2023 que alcanzan una cifra récord
Los Presupuestos de Extremadura para el año 2023 alcanzan un nuevo máximo histórico de 7.776 millones de euros (un incremento del 11 por ciento), ... con medidas para combatir la inflación y dinamizar la actividad económica.
La consejera de Hacienda y Administración Pública de la Junta de Extremadura, Pilar Blanco-Morales, defiende que «controlar la inflación es fundamental, y no se puede hacer bajando impuestos».
–Los Presupuestos crecen en casi 775 millones de euros, ¿a qué se debe ese incremento?
–Se debe fundamentalmente a la confluencia de los dos programas operativos (fondos europeos), a los fondos del Mecanismo de Recuperación y al estado de la recaudación, ya que 2021 y 2022 han sido años de estímulo y recuperación, y crecimiento de empleo. Aparte de que también ha habido mayor consumo, y lógicamente el aumento de los precios por la inflación se traduce en mayor recaudación. Pero no es tanto como dicen. Por ejemplo, si se reactiva la compra de vivienda se recauda más por el impuesto de transmisiones patrimoniales.
–¿Se puede confiar en un aumento de la recaudación en un escenario de crisis?
–Por eso en la explicación de los Presupuestos de este año, a diferencia de lo que he hecho en otras ocasiones, incido en los indicadores de demanda. Si ha habido un año de crisis fue el 2020; ahora estamos en uno de subida de precios y tipos de interés, porque una cosa y la otra tienen relación, pero se mantienen los estímulos y la actividad. Esta es una inflación importada, externa. Confío en que las medidas que se están adoptando contengan la subida de precios. Controlar la inflación es un objetivo fundamental, lo que no se puede hacer bajando impuestos. Hay que compensarla con otro tipo de medidas, con ayudas y con facilidades.
–En lugar de aplicar rebajas fiscales genéricas, han optado por medidas concretas, ¿por qué?
–Las medidas concretas que alcanzan a mayor número de personas y que no ponen en solfa el sistema tributario español son las de tasas y precios públicos. En el transcurso de las negociaciones hemos tenido que jugar con eso, poner encima de la mesa que si los grupos quieren tener más fondos en algún sitio, la suspensión tiene que ser menor.
–Pero esas medidas serán solo para 2023.
–Son unas medidas concretas, circunstanciales y para el año 2023, porque son para paliar la inflación. Y sobre todo porque tenemos pendiente la gran reforma del sistema tributario español, y después de lo que ha pasado en Reino Unido se me caería la cara de vergüenza de decir algunas barbaridades como se están diciendo.
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–¿Tras lo ocurrido es Reino Unido, cree que anunciar bajadas alegremente tiene sus consecuencias?
–Tiene sus consecuencias, y sobre todo tiene muchas incoherencias, porque no puedes estar pidiendo más dinero de fondos europeos para la política de cohesión pero al mismo tiempo lamino mi tributación. Más recursos del sistema de financiación, pero yo erosiono las bases fiscales. Más gasto, más para todo, pero ahora... Y en un ejercicio de absoluta irresponsabilidad, porque es desconocer lo que es el impuesto. Todos los beneficios fiscales que tenemos, incluso los que hemos adoptado en este momento, llevan a que tengamos una escala de progresividad muy grande. ¿A quién beneficia lo que están proponiendo aquí? Además, ya en su momento los expertos aconsejaron que la reforma del sistema tributario fuera una revisión de conjunto, que se establecieran criterios de armonización y que no entráramos en este disparate de a ver quién cobra menos impuestos. Porque eso no es responsable, es profundamente antidemocrático.
–El aumento de ingresos permitirá aumentar el gasto, ¿principalmente para sostener los servicios públicos?
–Fundamentalmente, pero las políticas económicas también crecen. El binomio nos tiene que dar la suma. No puedes solo hacer unos Presupuestos con gasto social, siendo lo prioritario, sin atender a lo que el tejido productivo necesita para su sostenimiento y transformación. Las cifras de consumo muestran que no estamos ante una situación que nos permita con alegría decir que no pasa nada. Pero para cuando pase hay recursos.
–¿En lugar de las políticas de austeridad, como sucedió durante la crisis financiera, se pretende destinar ese aumento de la recaudación a generar actividad económica?
–Efectivamente, es lo que se conoce como multiplicador keynesiano. Y a todo esto con una emergencia climática y una emergencia energética. Nunca el mundo se había enfrentado a una guerra donde la energía es un arma. Ahora ya todos somos objetivos.
«Hemos tenido que negociar sobre la base de lo que se estaba planteando fuera de la mesa»
–La negociación para las cuentas aún no ha terminado. ¿Qué espera del debate parlamentario?
–Deseo que ese debate sea fructífero, que haya aportaciones y voluntad de entendimiento. Lo que espero, de momento me lo reservo.
–En una negociación se espera llegar a un punto intermedio, pero en este caso hay posturas muy cerradas en cuestiones como la rebaja del IRPF que pide el PP. ¿Qué posibilidad de entendimiento hay?
–La negociación, cuando se hace a través de los medios de comunicación, de las redes sociales, con escasa solvencia a la hora de presentar y documentar una oferta... Hemos tenido que ir a las negociaciones y hacer los números sobre la base de lo que sabíamos que se estaba planteando fuera de la mesa de reuniones. Eso es insólito, y además muy poco serio.
–¿Qué espera de Ciudadanos, que pide esa rebaja fiscal pero también otras medidas que sí han aceptado?
–Ciudadanos ha trabajado de otra manera, porque aparte de tener un discurso, el que legítimamente quieran sostener y que yo criticaré sobre los impuestos, ha hecho propuestas. Y ha estado dispuesto a trabajar con nosotros. El escenario con el PP era muy difícil, porque tienen su estructura, su situación, y no sé si esas cuestiones están suficientemente aclaradas como para saber qué negocias y con quién negocias.
–¿Pero espera de Ciudadanos al menos una abstención o que no presente enmienda de totalidad?
–Hemos demostrado que, aunque haya enmienda a la totalidad, nosotros seguimos negociando si la negociación conduce a la mejora del presupuesto. Con todos y hasta el último segundo.
–¿Con Unidas por Extremadura ha sido más fácil porque coinciden en los planteamientos?
–No solo porque haya una coincidencia que en muchos temas es palpable. Hemos negociado dos presupuestos de la legislatura pasada con el PP, y hay inversiones aún en marcha en estas cuentas; y otros dos con Podemos, luego también hay políticas a las que se da continuidad. Lo que ha habido es una voluntad de trabajo muy seria y un conocimiento sobre qué estamos actuando, lo que es digno de tener en cuenta.
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