El Constitucional pospone su deliberación sobre Valdecañas: «Este asunto necesita más tiempo»
Los doce magistrados tendrán que decidir en otro pleno si admiten o no el recurso de apelación de la Junta de Extremadura contra la sentencia del Supremo que ordenó el derribo total
a.m.m.
Jueves, 27 de octubre 2022, 09:46
El Tribunal Constitucional no se ha pronunciado finalmente esa semana sobre el caso Valdecañas, como estaba previsto. Los magistrados posponen a noviembre el pleno ... en el que se abordará si se admite el recurso de apelación presentado por la Junta de Extremadura. De momento el presidente no ha fijado la fecha exacta.
Aunque el litigio estaba incluido en el pleno que comenzó el pasado martes, y estaba previsto que el mismo durase hasta este jueves, finalmente se han tratado otros asuntos del orden del día y no ha sido posible emitir una providencia que admita el recurso extremeño o lo rechace. «Este asunto necesita más tiempo», indican fuentes judiciales. Los doce magistrados del TC tendrán que deliberar y emitir su valoración a partir del borrador realizado por el magistrado ponente, el madrileño Enrique Arnaldo Alcubilla.
La entrada de este asunto en el Constitucional supone el fin a un largo recorrido judicial en España del litigio por el complejo urbanístico. Se produce once años después de la primera sentencia en contra del decreto de la Junta (el 55/2007, de 10 de abril) por el que se aprobaba el PIR de Marina Isla Valdecañas.
El Constitucional debe decidir si admite el recurso de amparo del Ejecutivo regional contra la decisión del Supremo, que en febrero ordenó que el complejo Marina Isla de Valdecañas debía ser derribado entero y no parcialmente, como estableció en su resolución el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura en julio del año 2020.
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Cabe recordar que este proceso judicial llegó al Supremo por el recurso presentado por Ecologistas en Acción y el fallo del alto tribunal supuso un vuelco a la situación, un mazazo para la Junta, la promotora y los dueños de chalés y un espaldarazo a las tesis ecologistas. La decisión dada a conocer el pasado 8 de febrero implicaba que en vez de echar abajo las 57 viviendas que se quedaron a medias, hay que tirar todas, incluidas las que están habitadas. En total son 185. Más un hotel, diez pistas de pádel, cinco de tenis, un campo de fútbol, un recinto hípico, el club social, una marina con 76 amarres, las calles de toda la urbanización, los 1,8 kilómetros de la carretera que va del pueblo al resort, el área de playa artificial, las piscinas...
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